Bogotá homenajea a Charlie Hebdo y recuerda a sus periodistas asesinados
El acto, que comenzó alrededor del mediodía, tenía como finalidad mostrar la "solidaridad" de la sociedad colombiana con la masacre yihadista.
Bogotá rindió homenaje a los doce fallecidos en el atentado contra la revista satírica Charlie Hebdo en una ceremonia en la que también se recordó a los periodistas colombianos asesinados en los últimos años por ejercer su profesión.
El acto, que comenzó alrededor del mediodía, tenía como finalidad mostrar la "solidaridad" de la sociedad colombiana con la masacre yihadista, con la que se identifican especialmente por la sangrienta persecución que decenas de periodistas han sufrido y sufren diariamente en Colombia.
"De alguna manera es empezar a aportar un granito de arena y también lo hacemos en representación de tanto periodista muerto en este país por expresarse. Es un acto de solidaridad", explicó a Patricia Botero, trabajadora del liceo francés presente en el acto.
Los trabajadores de este centro educativo, que llegaron en cuatro autobuses, fueron el grupo más numeroso entre los ciudadanos que se acercaron a Bolívar, engalanada para la ocasión con banderas colombianas y francesas.
Mientras los hasta cuarenta embajadores invitados llegaban a la tarima de autoridades, por los alrededores de la plaza, adornada con al menos cincuenta lápices gigantes de cartón, varios caricaturistas trabajaban entre voluntarios que repartían lápices con el lema "Je suis Charlie" ("Yo soy Charlie").
Fuentes de la Alcaldía de Bogotá explicaron a Efe que el evento fue organizado entre los funcionarios locales, que se encargaron de la infraestructura, y la embajada de Francia, que convocó a los diplomáticos de países de Europa, América Latina, Israel y el representante de la Autoridad Nacional Palestina, entre otros.
El llamado a respetar la libertad de expresión se extendió al primer número de Charlie Hebdo tras el atentado, publicado hoy y que ya ha generado controversia en algunos sectores del Islam, que consideran que su portada, una caricatura de Mahoma apenado bajo la frase "todo está perdonado", no ayuda a rebajar la tensión.
"En Francia no hay delito de blasfemia, cada uno puede opinar lo que quiere pero no puede tener opiniones racistas, xenófobas, porque eso no es opinión, es un delito. La portada no incita al odio, al contrario", aseguró el embajador francés, Jean-Marc Lafôret.
El diplomático, que recordó la extraordinaria tirada de cinco millones de ejemplares que tendrá este número, subrayó que aunque "se puede estar en desacuerdo" con lo que publica Charlie Hebdo, siempre existe la opción de "no comprarlo".
Al acto asistieron autoridades del Gobierno nacional como el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y la canciller colombiana, María Ángela Holguín, así como el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, que pidió recordar la dramática situación de muchos periodistas amenazados en Colombia por expresarse.
En este sentido, se refirió al periodista y humorista Jaime Garzón, asesinado por sicarios en agosto de 1999 por sus reconocidas críticas políticas.
"En Colombia tendríamos que recordar a Jaime Garzón, también un humorista al que alguien mandó asesinar, y el temor sobre centenares y centenares de periodistas en Colombia, muchos de los cuales han muerto por decir lo que piensan", afirmó el regidor, quien sostuvo que el "símil" con lo ocurrido en Francia "es fundamental".
Los actos centrales del acto, en el que se cantó el himno francés, la Marsellesa, así como los de Bogotá y Colombia, contó con numerosas intervenciones entre las que destacaron representantes de las comunidades musulmana, judía y católica del país.
Sin embargo, el momento más emotivo llegó con la intervención del dibujante colombiano Vladimir Flórez, conocido como Vladdo, quien se dirigió a los asistentes esgrimiendo un lápiz gigante.
"Ninguna caricatura desató el desastre. Esa masacre la desató la intolerancia", aseveró Vladdo, que lamentó como alguien pueda llegar a "convertir las caricaturas en blasfemia".
El acto, que comenzó alrededor del mediodía, tenía como finalidad mostrar la "solidaridad" de la sociedad colombiana con la masacre yihadista, con la que se identifican especialmente por la sangrienta persecución que decenas de periodistas han sufrido y sufren diariamente en Colombia.
"De alguna manera es empezar a aportar un granito de arena y también lo hacemos en representación de tanto periodista muerto en este país por expresarse. Es un acto de solidaridad", explicó a Patricia Botero, trabajadora del liceo francés presente en el acto.
Los trabajadores de este centro educativo, que llegaron en cuatro autobuses, fueron el grupo más numeroso entre los ciudadanos que se acercaron a Bolívar, engalanada para la ocasión con banderas colombianas y francesas.
Mientras los hasta cuarenta embajadores invitados llegaban a la tarima de autoridades, por los alrededores de la plaza, adornada con al menos cincuenta lápices gigantes de cartón, varios caricaturistas trabajaban entre voluntarios que repartían lápices con el lema "Je suis Charlie" ("Yo soy Charlie").
Fuentes de la Alcaldía de Bogotá explicaron a Efe que el evento fue organizado entre los funcionarios locales, que se encargaron de la infraestructura, y la embajada de Francia, que convocó a los diplomáticos de países de Europa, América Latina, Israel y el representante de la Autoridad Nacional Palestina, entre otros.
El llamado a respetar la libertad de expresión se extendió al primer número de Charlie Hebdo tras el atentado, publicado hoy y que ya ha generado controversia en algunos sectores del Islam, que consideran que su portada, una caricatura de Mahoma apenado bajo la frase "todo está perdonado", no ayuda a rebajar la tensión.
"En Francia no hay delito de blasfemia, cada uno puede opinar lo que quiere pero no puede tener opiniones racistas, xenófobas, porque eso no es opinión, es un delito. La portada no incita al odio, al contrario", aseguró el embajador francés, Jean-Marc Lafôret.
El diplomático, que recordó la extraordinaria tirada de cinco millones de ejemplares que tendrá este número, subrayó que aunque "se puede estar en desacuerdo" con lo que publica Charlie Hebdo, siempre existe la opción de "no comprarlo".
Al acto asistieron autoridades del Gobierno nacional como el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y la canciller colombiana, María Ángela Holguín, así como el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, que pidió recordar la dramática situación de muchos periodistas amenazados en Colombia por expresarse.
En este sentido, se refirió al periodista y humorista Jaime Garzón, asesinado por sicarios en agosto de 1999 por sus reconocidas críticas políticas.
"En Colombia tendríamos que recordar a Jaime Garzón, también un humorista al que alguien mandó asesinar, y el temor sobre centenares y centenares de periodistas en Colombia, muchos de los cuales han muerto por decir lo que piensan", afirmó el regidor, quien sostuvo que el "símil" con lo ocurrido en Francia "es fundamental".
Los actos centrales del acto, en el que se cantó el himno francés, la Marsellesa, así como los de Bogotá y Colombia, contó con numerosas intervenciones entre las que destacaron representantes de las comunidades musulmana, judía y católica del país.
Sin embargo, el momento más emotivo llegó con la intervención del dibujante colombiano Vladimir Flórez, conocido como Vladdo, quien se dirigió a los asistentes esgrimiendo un lápiz gigante.
"Ninguna caricatura desató el desastre. Esa masacre la desató la intolerancia", aseveró Vladdo, que lamentó como alguien pueda llegar a "convertir las caricaturas en blasfemia".
