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Comenzó en Miami el juicio a Henry de Jesús López Londoño, alias "Mi Sangre"

El ex jefe de la banda criminal los Urabeños fue detenido en Argentina en el 2002 y extraditado a los EEUU en el 2016 por cargos relacionados con narcotráfico

Jesús López Londoño, alias Mi Sangre. Foto: Colprensa

Jesús López Londoño, alias Mi Sangre. Foto: Colprensa(Thot)

El juicio de Henry de Jesús López Londoño comenzó hoy oficialmente en la Corte Federal de Miami bajo el liderazgo del magistrado Donald Graham. El caso criminal que pesa sobre Londoño, alias Mi Sangre, corresponde a delitos por conspiración para ingresar y distribuir cocaína a los Estados Unidos.

El jurado estuvo conformado por 17 miembros, con una importante predominancia hispana. Mi Sangre se presentó vestido de traje y sin esposas, acompañado de su abogado Arturo Hernández.

La primera audiencia comenzó con una presentación del Juez Graham quien instruyó al jurado sobre sus deberes en este importante juicio. Graham enfatizó que ellos tendrán la responsabilidad de dar el veredicto final basado en las evidencias presentadas, y ratificó que el defendido se presume inocente y que es deber de la fiscalía probar su culpabilidad.

Le siguió la disertación del fiscal Robert Emery, quien comenzó su discurso presentando a López Londoño como uno de los narcotraficantes más poderosos de Colombia, líder del cartel de los Urabeños y a quien le dieron la responsabilidad de liderar la guerra contra la oficina de Envigado y cuyas actividades delictivas incluían el cobro de impuestos a narcotraficantes, la extorsión y el narcotráfico.

La presentación de la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Florida se sustentó en que aunque el defendido dijo que quería cooperar con la justicia norteamericana, nunca recibió autorización por parte del gobierno estadounidense. El fiscal Robert Emery reconoció que desde agosto del 2010 hasta febrero del 2011, ICE registró a López Londoño como “fuente secreta” para lograr capturar a otros narcotraficantes colombianos a partir de la información otorgada. Sin embargo, “el gobierno de los EEUU terminó su relación con López Londoño luego de conocer el alcance completo de su historial asesino y su conducta de narcotraficante” y al tiempo que, aseguró, seguía delinquiendo mientras otorgaba información a las autoridades.

Después de la presentación del fiscal, el abogado defensor Arturo Hernández presentó sus argumentos sustentados en que la acusación sobre su cliente no es una evidencia, es sólo una acusación.

Hernández expresó su compromiso para probar que Mi Sangre efectivamente trabajó como cooperante del gobierno estadounidense y, por ende, “creyendo que contaba con la autorización de las autoridades federales, conspiró, pues se presumía inocente”. Asimismo agregó que su cliente había sido traicionado por el gobierno de Estados Unidos,  “que lo dejó sin protección y ahora lo acusa”. Uno de los aspectos más críticos de la exposición de Hernández fue el acusar a los agentes norteamericanos de haber destruido la evidencia que probaba que López Londoño sí había sido autorizado como cooperante.

Los primeros testigos

Pasadas casi dos horas, subió al estrado el primer testigo. Santiago Aquino, agente tributario del IRS fue interrogado por el fiscal y luego por la defensa sobre su relación con alias Roberto Luna, el agente que supuestamente reclutó a Mi Sangre como informante. Aquino explicó que aunque participó en más de una reunión con representantes de López Londoño (un abogado de nombre Luis Eduardo Lopera, y otro abogado llamado Aldo Spicacci), nunca se reunió con Mi Sangre ni le dio instrucciones sobre infiltrarse en organizaciones crimínales.

El turno de la defensa llegó cargado de argumentos para confrontar a Aquino sobre su testimonio. El abogado Hernández cuestionó por qué el agente de tesorería nunca reportó sobre esas reuniones ni tomó notas. También corroboró que él sabía que Henry de Jesús buscaba asilo en los Estados Unidos y que para el momento de esas conversaciones no tenía antecedentes criminales en este país.

El segundo testigo fue Stephen Monks, Agente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE). Monks confirmó que se había reunido en persona con López Londoño en Cartagena para evaluar su cooperación con organizaciones criminales. Allí afloró el nombre de Frank Burrola como el agente de ICE encargado de liderar ese encuentro. Según Monks, durante una reunión Burrola le explicó a López Londoño que sólo era una fuente de información, pero que no estaba trabajando con el gobierno de Estados Unidos. También confirmó que las comunicaciones eran a través de pin de BlackBerry, y un correo electrónico público y que el alias para López Londoño como informante del gobierno de Estados Unidos era “AS”.

Alrededor de la 1pm, el juez Graham dio por terminada la sesión. El testimonio de Monks continuará mañana en una nueva audiencia que tendrá lugar en la Corte Federal de Miami a partir de las 8am. Monks y Aquino son sólo dos de los 28 testigos programados para participar. Se espera que este juicio se prolongue durante varias semanas.

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