Iglesia pide a Cancillería intervención urgente en Urabá por crisis de migrantes
Según la Arquidiócesis de Apartadó, hay problemas de orden público y de salubridad en Turbo, Capurganá y Sabzurro.
El obispo de Apartadó, monseñor Hugo Torres Marín, lanzó un llamado de urgencia a la Cancillería colombiana por la situación humanitaria de los migrantes estancados en la región de Urabá.
"La situación en Turbo, Antioquia; Capurganá y Sabzurro, en el Chocó, es cada día más grave, necesitamos que la Cancillería responda", dijo el prelado, quien indicó que hasta el momento no hay una posible solución por parte del Gobierno Nacional a pesar de que "la situación demanda una respuesta inmediata".
El obispo explicó que ya hay problemas de orden público, no solo por la invasión de terrenos por parte de los migrantes, sino también porque muchos de ellos han sido víctimas de robos.
Dice también que a pesar de que tienen acceso a agua potable por parte de la Alcaldía, y a alimentos por parte de la Pastoral Social, han tenido que acudir a otras organizaciones para atender la emergencia.
Por su parte, el sacerdote José Wilmar Medina, de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, afirmó que el caso más preocupante es el de los migrantes provenientes de África. "Son los que más sufren, pues el temor de la gente a pandemias como el ébola, el sida o enfermedades tropicales, hace que no les permitan subirse a embarcaciones ni otros medios de transporte, y los obliga a emprender caminatas entre el monte", indicó.
A estos migrantes estancados, según la Iglesia, se suman entre 100 y 400 extranjeros irregulares que pasan a diario por esta región, intentando ingresar a Panamá.
En el caso de Capurganá, la situación empeora por un daño eléctrico que tiene sin energía a esta población. Según la Iglesia Católica, esto ha generado un incremento considerable en los precios de los alimentos. Además, Capurganá y Sabzurro solo tienen dos enfermeras para los problemas de salud que se requiera atender.