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La estremecedora confesión del fundador de Chao Racismo ante el caso Dayron

El caso Dayron dejó en evidencia hechos de racismo en Colombia.

La estremecedora confesión de Ray Charrupi, candidato a la alcaldía de Cali, ante el caso del linchamiento de Dayron Córdoba.

La estremecedora confesión de Ray Charrupi, candidato a la alcaldía de Cali, ante el caso del linchamiento de Dayron Córdoba.(Thot)

“A Dayron Córdoba lo lincharon por ser negro”, eso aseguró Ray Charrupí fundador de Chao Racismo. Dayron Córdoba, un joven de 22 años quien trabaja como enfermero, admitió haber robado en una zona comercial del barrio Aranjuez en Medellín. El joven enfermero decidió correr luego de que alguien gritó: “cójanlo”. Sin embargo, inicialmente, pensaron que se trató de un hecho de racismo y que Dayron no había robado nada.

Los transeúntes se lanzaron en contra de Dayron, lo rodearon y comenzaron un linchamiento sin preguntas. Dayron gritaba que él no era ladrón, incluso el dueño del almacén de víveres salió en su defensa pero la comunidad nunca escuchó y siguieron golpeando al joven sin piedad.

Ante los hechos, Ray Charrupi, fundador de Chao Racismo y hoy candidato a la Alcaldía de Cali, realizó una confesión que toda su vida la había tenido guardada. A los 17 años, residente de un barrio estrato 5 de Cali, fue víctima de lo mismo. Un hombre lo vio, gritó "cójanlo" y casi lo matan.

 

Este es el video cuando linchan a Dayron:

 

 

Esta es la confesión de Ray Charrupi fundador de Chao Racismo y hoy candidato a la alcaldía de Cali:

 

Yo tenía 17 años, vivía en el barrio Capri, y por ser un día sábado decidí irme a trabajar en ropa sport (tenis, sudadera y Camiseta por fuera), en vez de mi habitual atuendo de pantalón, zapato de material y camisa siempre por dentro.

En ese entonces en el sur de Cali, rondaba un señor de avanzada edad, que siempre andaba en saco, corbata y bastón, al que le decían “alcalde”, creo que el señor padecía demencia senil, pues unos días era muy amable cuando se le saludaba como alcalde y otras veces te correteaba para pegarte con su bastón.

Ese día le dije: “buen día Alcalde”, pero resultó ser un día de los que estaba enojado y me empezó a corretear con su bastón. Lo que asumí como un episodio cómico en el que empecé a trotar para llegar al paradero del bus, de pronto se convirtió en una de las experiencias más perturbantes de mi vida.

“Alcalde” empezó a gritar, “cójanlo, cójanlo” y la gente empezó a perseguirme, un hombre me alcanzó y quiso pegarme una patada, lo esquivé y seguía corriendo hacia el paradero, mire hacia atrás y eran ya 7 personas detrás de mí, gritando “agarren a esa rata”; me topé con un tipo de frente, me tiro a la cara, lo esquivé y lo encuelle, le decía: “yo no he hecho nada, soy una persona de bien, vivo en la unidad Parques del Sur, soy vecino suyo, mira que no te quiero pegar”, no tuve alternativa sino defenderme, ponerme en guardia de frente a todos guardando mi espalda de algún ataque trapero; llegaron 2 policías bachilleres e inmediatamente sin preguntar sacaron sus bolillos y tuve que desarmar a uno, pero empecé a sentir patadas, puños y cada vez que me defendía o esquivaba ataques, más golpes me conectaban el cuerpo, mi cara y mi dignidad. Mi camisa había sido totalmente rota, y mis fuerzas se iban agotando, con el aumento de la sangre que no sabía de donde me salía.

He sido criado para morir por lo que creo, y jamás pedí misericordia, mientras entre golpe y golpe pensaba: Dios o voy a morir y espero sea el último que muera así, y seguí gritando con cada vez menos fuerzas: “No he hecho nada, vivo en este barrio, soy vecino de ustedes, Dios los perdone”; y vi que una persona se acercó con un machete, pensé que era mi final.

“Él es Ray, el hijo del Doctor Charrupi, viven el 401 de la Torre 2 de parques del Sur, no le peguen más él es de buena familia” gritaba una voz y era la de CUNDUMI, uno de los porteros de mi edificio, que se atravesó a mis agresores y Dios envió para salvarme la vida.

Nunca había hecho pública esta historia hasta hoy, pues es como la violación que perturba la vida de un niño, o la más vergonzante de las cosas; porque no está en mi ADN victimizarme, pero lo sucedido en Medellín con Dayron me removió ese recuerdo hasta sacarme lágrimas. Si yo estuve en esa situación cualquier persona y más si es un negro puede pasarle. No es suficiente haber creado Chao Racismo y dar la lucha por liberar a mi país de Racismo y los prejuicios, ahora sigan diciendo que SOMOS RESENTIDOS.

 

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