Polémica: ¿la Presidencia debe seguir contratando a un sacerdote como guía espiritual?
El padre Alfonso Llano también deberá aconsejar a los funcionarios y celebrar eucaristías y novenas de aguinaldos, entre otras funciones.
Presidencia contrató a sacerdote como su “asesor espiritual”. Foto: Colprensa(Thot)
El Departamento Administrativo de la Presidencia, a cargo de Alfonso Prada, contrató al sacerdote jesuita Alfonso Llano Escobar, por 50 millones de pesos, para que imparta asesorías espirituales personalizadas y sirva de consejero y orientador de los funcionarios que trabajan con el presidente Juan Manuel Santos.
Entre sus funciones están, entre otras, generar "espacios de meditación" y oficiar la eucaristía todos los lunes en las oficinas del Dapre y el primer viernes de cada mes en la Casa de Nariño, hasta cuando termine el gobierno Santos.
También deberá oficiar todas las novenas de aguinaldos en ese recinto y "realizar encuentros de asesoría y consejería espiritual a nivel personal a los funcionarios del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República".
El sacerdote también deberá ejercer como "facilitador" para que los funcionarios "se organicen, disciplinen y participen activamente en la solución de sus problemas a través de la toma de conciencia de su posición en la entidad y en la sociedad".
La Presidencia se ha negado a participar de otros cultos religiosos
Lo que sorprende de este contrato, aparte de privilegiar a una confesión religiosa con dineros públicos y por encima de otras y de la neutralidad del Estado frente a las religiones, es que el presidente se ha negado a participar de las invitaciones de otros cultos.
Por ejemplo, al ciudadano Rafael López le respondieron "frente a la solicitud de hablar en la Iglesia Manantial de Vida Eterna es preciso indicar que la Presidencia de la República no puede intervenir; lo anterior obedece a lo consagrado en la Constitución Política, los derechos fundamentales y las garantías que toda persona tiene a profesar libremente su religión, y a difundirla en forma individual o colectiva siendo todas las confesiones religiosas e iglesias igualmente libres ante la ley".
La Presidencia de la República informó que desde 2014 el padre Alfonso Llano es el capellán de la Casa de Nariño. Sin embargo, formalmente en el sistema de contratación pública el sacerdote no es contratado por su actividad como sacerdote, como jesuita, o por pertenecer a la Arquidiócesis de Bogotá. Lo contratan por sus grados en teología y filosofía.
