Pueden darse cambios en el presupuesto de EE.UU. para Colombia: Brownfield

En un encuentro con cinco medios, en la residencia del embajador americano, el embajador Kevin Whitaker y el subsecretario para Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) William R. Brownfield, hablaron de la estrecha relación que tiene EE.UU. con Colombia, la ayuda financiera que se destinará para nuestro país, el aumento de cultivos ilícitos, y el futuro de las Farc. 

El subsecretario Brownfield, que también fue embajador ante Colombia, reconoció que es posible que durante los años que vienen se den unos cambios frente al presupuesto que el congreso dee EE.UU. le destine a Colombia. 

Sin embargo, el subsecretario aclaró, que si se realiza dicho cambio, no será por el aumento de cultivos ilícitos en Colombia, resaltado en el informe de control de narcóticos del Departamento de Estado.

El posible cambio sería parte de un corte presupuestario al que puede ser sometido el Departamento de Estado con un nuevo presupuesto presentado por el presidente Donald J. Trump, y aprobado por el congreso de EE.UU. para el 2018.

“La primera presentación de la Casa Blanca para el presupuesto del 2018, representa un corte bastante severo en términos de los recursos disponible para programas de apoyo internacional, hasta 37% para el departamento de estado”, señaló.

Brownfield también expresó que aún quedan dos oportunidades de cambiar las cifras propuestas por el presidente Donald J. Trump en el presupuesto gubernamental que le ha enviado al congreso para el 2018. 

- Aumento de cultivos de coca en Colombia

Por su parte, el embajador Whitaker explico las razones detrás del aumento de los cultivos de coca en Colombia. Una de ellas es la implementación del capítulo cuarto, antes de la firma del acuerdo de paz:

 “Eso, creo, fue un incentivo para el cultivo de coca porque se mostró claramente que las comunidades iban a recibir beneficios”, declaró Whitaker. 

Según Whitaker, las protestas en Norte de Santander en agosto del 2013, también son un antecedente que contribuyo al aumento de los cultivos ilícitos. “Lo que pasó en agosto del 2013 con la protesta social resultó en la terminación de radicación del Norte de Santander, en el Catatumbo, eso demostró lo efectivo que es la protesta social como táctica para bloquear actividades de erradicación”, puntualizó.

Los dos funcionarios del gobierno estadounidense dejaron claro que, aunque consideran que la disminución y eventual terminación de la aspersión son contraproducentes a los esfuerzos de erradicación de cultivos ilícitos, respetan la decision que tomo el gobierno de Colombia de no continuar con dicha táctica.

“En este momento la cuestión de aspersión ni siquiera es elemento de dialogo bilateral entre el gobierno de Colombia y EE.UU.”, dijo el embajador Brownfield. 

En cuanto a las Farc, el embajador Whitaker dijo que siguen siendo consideradas un grupo narcotraficante y terrorista por el gobierno de EE.UU., pero que esa designación puede cambiar en la medida en que surja futura evidencia que indique lo contrario.

Por otro lado, el embajador Whitaker dijo que EE.UU. se reserva el derecho de pedir en extradición a miembros de las Farc si la ley de su país así lo exige, pero que “el gobierno de Colombia estará en su derecho tomar las decisiones que quieren tomar conforme a la ley, su constitución, e incluso con el acuerdo de paz”. Aseguró, además, que en términos de extradición, Colombia y EE.UU. tienen una excelente relación.

Por último, el embajador Brownfield reconoció que en su país hay una crisis de consumo de drogas, pero que ésta gira alrededor de los opioides, no de la coca. 

Reconoció, en cambio, que sí hay una relación simbiótica entre la producción de coca en Colombia y el consumo de coca en EE.UU., pues en este momento el aumento del consumo de coca en EE.UU. es lento y no se compara con los niveles de consumo en otras regiones como Europa, Asia Oriental y Sur América.

Sin embargo, según Whitaker, EE.UU. reconoce su responsabilidad de enfrentar el narcotráfico y Colombia representa para el país norteamericano un socio sin par para combatirlo.