De paseo por el Centro Histórico de Cartagena de Indias

Desde que se cruza la enorme puerta amarilla de la Torre del Reloj, y mientras se camina  de manera desprevenida, es posible observar los antiguos balcones decorados con veraneras y campanillas y las  casas de colores vivos, que junto a las calles empedradas, y los parques con árboles centenarios, son el escenario perfecto para tomar las mejores fotos.  

Además, los nombres de la calles hacen alusión a la historia de la ciudad; los Siete Infantes, de la Amargura, Estanco del Aguardiente,  de las Carretas, Tripita y Media, Media Luna, de las Damas, Tumbamuertos, entre muchas otras, llevan al viajero a imaginar lo que allí se vivió en tiempos pasados.

Pero hay mucho más. Están las murallas, construidas a partir de 1586 para proteger la ciudad del ataque de los piratas, donde es posible palpar el estilo de vida que encerraba las ciudades medievales y desde donde se puede mirar el mar color turquesa, el ocaso del sol, y las cúpulas de las iglesias que cambian de color según la hora del día.

Un plan entonces, en el Centro Histórico, el único certificado en Colombia como destino de turismo sostenible, es hacer el circuito religioso conformado por el Santuario y Museo San Pedro Claver, la  catedral Santa Catalina de Alejandría, la iglesia de Santo Domingo en la plaza de su mismo nombre; la Iglesia Santo Toribio;  la de la Santísima Trinidad,  el Espíritu Santo, en el famoso y tradicional barrio Getsemaní; la iglesia de la Tercera Orden que da inicio a la popular Calle Larga, y la Ermita del Cabrero ubicada en el barrio residencial del mismo nombre, y a pocos metros de la Casa-Museo Rafael Núñez.

Caminar el Centro Histórico y conocerlo, requiere de unas ocho horas. También contar con zapatos cómodos, protección solar  y mucha curiosidad por comprender la esencia del caribe colombiano.

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