Internacional

Además de crisis política, venezolanos enfrentan emergencia ambiental

Miles de personas de ocho estados del país, damnificados por las intensas lluvias y que lo han perdido todo, esperan aún la ayuda del Gobierno nacional.

(Cortesía de Mauligmer Baloa, diputada nacional suplente por el estado Amazonas). Foto: Agencia Anadolu

(Cortesía de Mauligmer Baloa, diputada nacional suplente por el estado Amazonas). Foto: Agencia Anadolu(Thot)

Por: Diego Carranza

Además de la crisis sociopolítica que vive Venezuela, los habitantes de al menos ocho estados del país se enfrentan a una dura emergencia ambiental producto de dos meses de fuertes lluvias, 32 ondas tropicales e inundaciones.

Los ríos Orinoco y Caroní, los dos más grandes del país, se desbordaron y alcanzaron niveles máximos en cuatro décadas. 

Según la vicepresidenta del país, Delcy Rodríguez, hasta ahora 6.700 familias se han visto afectadas.

En el estado Bolívar, uno de los más perjudicados, casi nueve mil personas resultaron damnificadas y perdieron todos sus bienes. En esta región hay 33 refugios que reciben a familias afectadas. De acuerdo a Protección Civil, son 2.200 grupos familiares.

Amazonas es otro de los estados que más fuerte ha golpeado la ola invernal. 

Mauligmer Baloa es una habitante de Amazonas, diputada nacional suplente por ese estado y “luchadora social”. Ella, como muchos otros habitantes locales, además de la falta de alimentos y medicinas, padecen los estragos del clima.

Esta venezolana le contó a la Agencia Anadolu la situación que vive esta región del país petrolero.

San Fernando de Atabapo es uno de los siete municipios de Amazonas, fronterizo con Colombia, y cuenta con más de 12 mil habitantes. Aquí el número de afectados supera los 10.000. Más de 180 familias fueron evacuadas de manera masiva a Puerto Ayacucho (capital del estado) debido a que las aguas de los ríos Guaviare, Atabapo y Orinoco inundaron casi por completo todo a su paso, dejando despejado apenas poco más de 1,5 kilómetros de tierra firme.

Según relata Baloa, los más de 10.000 afectados que están en los refugios y escuelas dispuestas tras la emergencia, “medianamente han sido atendidos porque el Gobierno hasta la semana pasada aceptó que había una situación de alerta roja”.

“Estos refugiados apenas han recibido o una colchoneta, o un chinchorro (si tienes paludismo), pero solo uno por familia. De comida, solo les dieron alimentos no perecederos (sin proteína) la primera vez que los llevaron al refugio, luego no más”, advirtió.

Además, a ningún refugio ha llegado agua potable. “Ellos solamente llevan camiones cisterna de agua de uso corriente, ni filtrada para consumo, y esa es la que están utilizando las personas”, afirmó con preocupación.

Pero eso no es todo. La población en esta región de Venezuela está aislada y en riesgo de quedar totalmente incomunicada, pues vía aérea un pasaje cuesta cerca de 40 millones de bolívares (un salario son solo 5 mil bolívares) y solo hay un vuelo semanal. Vía terrestre, por la carretera del estado Apure que llega a Puerto Ayacucho, está completamente inundada.

“Ningún carro entra, ningún carro sale por esa vía. La otra que nos queda es la del estado Bolívar, pero ya se está anegando esta carretera, que de por sí es de tierra, no de asfalto”, agrega Mauligmer Baloa.

Las antenas repetidoras de telefonía, tanto fija como celular, están en Puerto Paz, estado Apure, que precisamente está en un 90% inundado y las aguas están llegando hasta allí: “en cualquier momento tienen que bajar los breques (interruptores), apagarlos, y nosotros quedaremos sin comunicación”.

Además de alimentos, agua y elementos de aseo y salud, las personas afectadas por el invierno necesitan con urgencia sábanas, ropa y zapatos. “Aquí un par de zapatos para niños cuesta entre 30, 40 y 50 millones de bolívares, que nunca podrán comprar”, indicó.

Según confesó la diputada suplente, no se ha declarado un estado de alerta o calamidad, y en consecuencia, un decreto de emergencia, que en Venezuela solo tiene la facultad el presidente a solicitud de los gobernadores locales. “Ninguno por temor al Gobierno le ha solicitado esto al Gobierno Nacional”.

“Como está la situación en este país, que no se puede comprar ni un hierro ni un bloque, es muy preocupante y doloroso lo que viene. Además del estado de contaminación, se devolvieron las aguas y esto trae diarrea, amibiasis, paludismo, sin una respuesta significativa (del Estado) al mismo impulso de como están sucediendo las cosas”, lamentó Mauligmer.

Defensa Civil Venezuela afirmó que el fenómeno apenas comienza y que el país está en plena temporada de lluvia, falta septiembre y octubre, por lo que instó a la población a seguir las recomendaciones y precauciones.

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