¿Cómo es la vida de un reportero extranjero en Corea del Norte?

(Le puede interesar: No creo que Estados Unidos pueda detener capacidad nuclear de Corea del Norte: Hans Blix)

Ellick, que durante cinco días estuvo en este país, cuenta que desde su llegada fue escoltado por dos miembros de la Cancillería norcoreana impidiendo que se desplazara con libertad por esta nación.

“Fuimos recibidos por dos personas de la Cancillería norcoreana, eran como niñeras para nosotros, nos acompañaban a todas partes", además "nos facilitaron una residencia a la salida de la ciudad, porque temían que la comunidad se enterara de que había periodistas en el país”.

Para Adam, alejarse de las personas que estaban a cargo de su protección era algo que jugaba en su contra por la represión que hay en el país oriental, “sabíamos que separarnos de nuestros cuidadores nos traería problemas, por eso desde un inicio siempre estuvimos al lado de ellos”.

(También puede leer: ¿Cómo es la vida para las mujeres que hacen parte del Ejército Norcoreano?)

En cuanto al trabajo periodístico, el reportero considera que es muy diferente a occidente, porque no sentía la libertad para hablar con la comunidad y cuando tenía la oportunidad de compartir con ellos no podía preguntar sobre la situación del país.

El periodista cuenta que en una salida a un parque de diversión sintió “el mayor acto de libertad. Ahí pudimos preguntarles a 15 personas sobre la vida y la cotidianidad del día a día de los norcoreanos”, sin embargo hablar del líder norcoreano está vetado “No es posible hablar del tema o preguntar sobre los supremos”.

Relata como uno de los conductores bajó la velocidad cuando iba pasando por los monumentos de los anteriores lideres norcoreanos, “son una figura muy importante. La reverencia es impresionante”.

Adam B. Ellick dice que a través del documental de opinión “From North Korea, with Dread” quieren  mostrar la situación política entre Corea del Norte y Estados Unidos y que se vean como si se tratara de uno solo.