Comunidades vecinas del distrito de riego de María La Baja piden mesa de diálogo urgente
El llamado al diálogo lo hacen para discutir con las autoridades una inminente crisis por el acceso a agua en esa zona. Desde inicios de mayo cerraron las compuertas del distrito.
La represa de San José de Playón abastece el distrito de riego de María La Baja. Foto: Antonio Canchila(Thot)
Desde el pasado miércoles 1 de mayo las comunidades de Santo Domingo de Mesa, en El Carmen de Bolívar; San Cristóbal, en San Jacinto; y San José de Playón y Palo Altico en María La Baja, cerraron las compuertas del distrito de riego de María La Baja, según señalan, “como última medida para preservar el uso racional del embalse y evitar que se agrave la crisis por el acceso al agua” en esa zona.
Según señalan en un comunicado, el cierre de las compuertas se da luego de que en los últimos meses alertaran sobre “una emergencia ambiental y humanitaria que ya se está presentando por el crítico nivel del agua de la represa de Arroyo Grande, que por su estado actual exige medidas urgentes, que hasta ahora no han sido tomadas”.
Las comunidades se quejan del uso irracional del agua que, según ellos, hacen las empresas y finqueros que están a cargo de los monocultivos de palma de aceite y arroz, que ocupan más de 15 mil hectáreas aledañas al distrito de riego.
En el mismo comunicado rechazan declaraciones de Usomaría, ente administrador del Distrito, que había señalado en un boletín de prensa que las comunidades campesinas retuvieron a sus empleados, al momento de adelantar el cierre de las compuertas. “Aclaramos que el cierre de las compuertas se hizo de manera pacífica como lo pueden corroborar los miembros de la fuerza pública y funcionarios de que se hicieron presentes durante la toma de las compuertas”, se lee en el comunicado.
En medio de la situación, las comunidades campesinas vecinas del distrito de riego piden que organismos de control como la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo, “convoquen con urgencia a una mesa de diálogo en la que podamos sentarnos con los sectores agroindustriales de la región y las alcaldías de los tres municipios implicados en la protección de la Represa Arroyo Grande y demás organismos implicados, con el fin de establecer acuerdos que permita atender esta emergencia ambiental cuanto antes, pues la falta de agua puede provocar el desplazamiento forzado de nuestra población y sucesivamente una crisis humanitaria”.
Desde 2016 y hasta enero de 2018 la comunidad vecina del Distrito ha cerrado en unas cuatro oportunidades los canales del riego para exigir que los tengan en cuenta y llegar a un acuerdo acerca del uso del agua en esa región.
