Líderes comunales renuncian de manera colectiva en el Catatumbo
Miembros de las juntas de acción comunal anunciaron temor por posibles represalias
Desolados se encuentran algunos municipios.. Foto:(Thot)
Al menos diez líderes comunales renunciaron del municipio del Tarra durante el tercer día del paro armado decretado en la zona del Catatumbo por parte del EPL. Los presidentes de las juntas de acción comunal tomaron la decisión por miedo a represalias, ya que habían realizado algunas denuncias a las autoridades y expusieron las problemáticas que se viven en el sector.
El panorama sigue siendo desolador en algunos sectores donde las personas han decidido no salir de sus viviendas por temor quedar entre el conflicto que tiene el Ejército Popular de Liberación y el Ejército de Liberación Nacional. Pese a que el primer grupo armado exigió que las personas debían salir de sus hogares hacia las montañas, muchos de los habitantes de las zonas rurales no han tomado esta iniciativa por temor a que sus viviendas sean desocupadas.
El gobierno del departamento de Norte de Santander ha anunciado que estudian la posibilidad de adelantar las vacaciones de más de 4 mil niños que desde el pasado viernes están en un receso obligado. A su vez, muchos de los docentes se han ido de los municipios afectados como Hacarí, El Tarra, Convención y San Calixto, también por temor a ser blanco de los grupos al margen de la ley.
Los organismos humanitarios han confirmado que en menos de diez días podrían acabar los medicamentos en algunos hospitales y puestos de salud en los municipios, sin embargo tomarán medidas de contingencia, a través de la entrega de medicamentos de mediante helicópteros.
Los recientes consejos de seguridad desarrollados en la región han dado como resultado un mayor despliegue de las fuerzas militares, sin embargo esto no genera la suficiente seguridad de los pobladores quienes piden mayor intervención del Estado.
El terminal de pasajeros de Cúcuta no realiza el despacho de ningún vehículo de servicio público por temor a que los grupos guerrilleros quemen, secuestren y marquen el transporte. Y la peor parte la lleva el comercio que sigue sin abastecerse de insumos como alimentos y algunos otros servicios.
