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Bienvenido a la ciudad de las agujas de ensueño

La ciudad inglesa alberga una de las universidades más antiguas del mundo y no hay mejor manera de conocer todos sus rincones que con la ruta a pie que ofrecemos a continuación.

Bienvenido a la ciudad de las agujas de ensueño. Foto: Bang Media

Bienvenido a la ciudad de las agujas de ensueño. Foto: Bang Media(Thot)

Oxford es el hogar de una de las universidades más antiguas del mundo, cuyos impresionantes edificios le hicieron ganarse hace siglos el sobrenombre de 'la ciudad de las agujas de ensueño'. La belleza del complejo universitario -compuesto por diferentes 'colleges'- atraen cada año a miles de turistas dispuestos a admirar este pequeño paraíso a orillas del Támesis. 

Si la lluvia da un respiro, la mejor manera de conocer cada uno de sus rincones es a pie, comenzando la visita por el Museo Ashmolean que se fundó en el s.XVII para albergar la colección de objetos curiosos recopilados por el político y anticuario Elias Ashmole a lo largo de sus viajes por el mundo y que posteriormente donó a la Universidad. 

De ahí, lo mejor es dirigirse hacia el Memorial de los Mártires -pasando antes por delante del popular hotel MacDonald Randolph- para observar uno de los monumentos más populares de la ciudad en honor a Thomas Cranmer (arzobispo de Canterbury), Nicholas Ridley (arzobispo de Londres) y Hugh Latimer (obispo de Worcester), quemados en la hoguera entre 1555 y 1556 bajo el reinado de María I de Inglaterra. A día de hoy, las estatuas de los tres mártires vigilan a los transeúntes que pasean por la calle St Giles: Cranmer mirando al norte mientras sostiene una biblia, Ridley al este y Latimer al oeste.

El lugar donde fueron ejecutados, al pie de la muralla que corría paralela a la actual iglesia de St Michael, se encuentra a apenas unos metros de distancia, girando la esquina por la calle Broad Street y frente a Balliol y Trinity College. Esta ruta lleva además hasta el famoso teatro Sheldonian, bautizado así por el rector de la Universidad durante su construcción y principal impulsor del proyecto, y que a día de hoy se utiliza también como sala de conciertos o conferencias y ceremonias de la Universidad, aunque curiosamente nunca se representen en él obras de teatro.

Girando a la derecha, nos adentramos en Catte Street camino del conocidísimo Puente de los Suspiros, uno de los enclaves más fotografiados de Oxford y que conecta dos partes de Hertford College: los estudiantes recorren a diario este pasaje cubierto para pasar del edificio antiguo al nuevo, del ala norte al ala sur. Curiosamente, y aunque la construcción tome su nombre del puente veneciano, arquitectónicamente ambos tienen bastante poco que ver. 

Muy cerca, justo al otro lado de la calle, se encuentra la biblioteca Bodleian, que acoge más de doce millones de volúmenes y que ha sido utilizada como escenario de muchas películas, incluidas las dos primeras entregas de Harry Potter.

Desde ahí, solo hace falta descender la calle para llegar a la avenida principal, High Street: siguiéndola hacia la derecha no se tarda en divisar los Jardines Botánicos, un lugar perfecto en el que recuperar fuerzas mientras se admira el impresionante paisaje en cualquier época del año. A apenas unos metros se encuentran las dos últimas paradas de esta visita, Merton College y el paseo conocido como Dead Man's Walk, al sur del edificio, el recorrido que seguían las antiguas procesiones funerarias judías desde la sinagoga -cerca de donde ahora se encuentra la Torre Tom- hasta el cementerio que se hallaba muy cerca de los jardines de la universidad.

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