Las neveras del futuro ya están entre nosotros

¿Se imagina poder hablar con la nevera y preguntarle una receta de cocina? …Ahora se trata de una realidad y no algo de ciencia ficción. En los últimos años, la carrera tecnológica entre los grandes fabricantes de electrodomésticos ha pasado de los computadores y grandes pantallas de los televisores para llegar a la cocina.

Tomemos como ejemplo la serie Samsung Family Hub, lanzada a comienzos de año, que permite escuchar Spotify mientras se cocina y mejor aún podemos hablarle y pedirle que cambie la canción sin necesidad de tocar la pantalla.

Dicha pantalla, más grande que muchos monitores de computadoras gracias a sus 21.5 pulgadas, permite además podemos navegar por internet, usarla como espejo y por supuesto ver recetas.  Pero si usted cree que esa pantalla es la más grande del segmento, se ha equivocado, pues LG tiene una de 29 pulgadas en su línea de neveras Signature, uno de los modelos más nuevos tiene incluso un sensor que podemos activar con el pie para abrir la nevera si necesidad de usar las manos.

Estos modelos de LG tienen una interfaz de usuario basado en Windows 10 y lo más interesante es que tiene cámaras interiores que permite ver, desde nuestro celular, los ingredientes almacenados para saber que nos hace falta a la hora de hacer el mercado (Samsung también tiene una tecnología similar).

Otras particularidades de estas nuevas generaciones de refrigeradores y sus pantallas inteligentes son que permiten tomar y dejar notas encima del refrigerador e incluso servir como agenda para recordarnos los compromisos pendientes del día a día.

Y si ha pensado en pedir domicilios desde la pantalla de la nevera también es posible. De hecho, a comienzos de 2016 Samsung presentó, en una convención de Las Vegas, una aplicación llamada Groceries que venía preinstalada en las nevera y que gracias a una alianza con MasterCard permitía ordenar todo y pagarlo en forma segura sin siquiera moverse de la cocina. Actualmente ya existen modelos que aceptan instrucciones verbales.

Estas neveras por supuesto son costosas, después de todo son el tope de la línea, superando con facilidad los 3.000 dólares y son parte de un ecosistema que necesita de conexión permanente a internet y a un sistema de pagos en línea habilitado para funcionar en cada país. Así que si todavía  no las ve en el mercado local no se desanime pues están en camino, el futuro ya llegó sólo tengo un poco de paciencia.