Dragoneantes del INPEC: es hora de tener un componente humanista en las cárceles

Colombia

El pasado 5 de julio, el presidente electo Gustavo Petro se refirió en La W a la necesidad de una Reforma a la Policía que planteó en su plan de gobierno, haciendo énfasis en su propuesta sobre la creación del Ministerio de la Paz y Convivencia. A su vez, también subrayó la necesidad de un director civil para el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC).

Anteriormente, el mandatario electo había anunciado que resulta urgente replantear la política carcelaria en Colombia para hacerla más humana, con el propósito de dignificar al preso. Este anuncio se produjo tras la tragedia sucedida en la madrugada del martes 28 de junio en la cárcel de Tuluá, en donde murieron 52 reclusos en medio de un incendio.

Para conocer la opinión del INPEC sobre estas propuestas, La W conversó con Christian López, presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios, y Alejandro Álvarez, vocero de la Federación Penitenciaria y Carcelaria.

López aseguró en La W que el presidente electo ha dado una visión humanista del sistema carcelario con esta propuesta.

Para el presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios, la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (USPEC) ha sido una entidad altamente cuestionada que “va por un norte muy distinto a las necesidades del sistema carcelario” y contiene necesidades “contrarias” a las de la entidad.

Argumenta así que la administración del INPEC ha sido “históricamente policial” y, por tanto, al interior de las cárceles se maneja una mirada enfocada en la coerción y no en los derechos humanos.

“Humanizar las cárceles debe tener una visión de educación. Que la pena privativa de la libertad cumpla su fin esencial, que es la resocialización de los privados de la libertad, la reincorporación a la vida social y, por qué no, de segundas oportunidades, donde los centros penitenciarios y carcelarios se conviertan en centros de educación y de paz”, explicó López.

Por lo anterior, el presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios indicó que resulta incompatible persistir en que la administración policial siga manejando el sistema carcelario del país.

Álvarez, por su parte, sostuvo que, en 20 años de ofrecer la misma entrevista en medios de comunicación, “hoy algo cambió con el nuevo gobierno”.

“La humanización es la entrada de los derechos humanos en las cárceles y por eso se tiene que alejar la Policía”, indicó el vocero de la Federación Penitenciaria y Carcelaria.

Sin embargo, Álvarez precisó que no se trata de que la Policía represente cosas negativas al interior de la institución, sino que considera que es hora de tener un “administrador con un perfil diferente”.

Por eso, indicó que es necesario dar un giro a la política penitenciaria que tanto lo necesita: “Creo que el INPEC necesita poner a la cabeza a una persona altamente preparada, con un perfil humanista y académico. Más que personas con doctrina militar, las cárceles necesitan producir sus propios alimentos y dejar de ser bodegas humanas”.