Señalan a general Hoover Penilla y a intendente que sería su testaferro

Dentro de las personas contra los que pesan declaraciones en el caso del carrusel de los carros blindados está un modesto intendente de la Policía. El suboficial sería una pieza clave en la organización delincuencial porque, según un testimonio en poder de la justicia, en realidad estaría actuando como testaferro de un general.

Un testimonio asegura que este suboficial sería el testaferro del general Hoover Alfredo Penilla quien hasta hace unos meses fue el sibdirector general de la Policía Nacional.

El intendente, grado equivalente a sargento, se llama Abraham Roncancio y ha trabajado en varias dependencias de la Policía Nacional, entre otras la Metropolitana de Bogotá.

El intendente Roncancio fue señalado en un interrogatorio rendido por el principal implicado en el caso del llamado carrusel de los carros blindados Martín Ricardo Manjarrés, quien era el más alto ejecutivo de la empresa 7M Group, a través de la cual se realizaron numerosos contratos para venta, arrendamiento y mantenimiento de carros blindados a instituciones públicas en una operación que llegaría a 50.000 millones de pesos.

En noviembre del año pasado, Manjarrés declaró ante la Fiscalía lo siguiente:

“Preguntado: Sírvase dar a conocer a este despacho: ¿Qué conocimiento tiene acerca de la labor adelantada por el señor intendente Abraham Roncancio, dentro del proceso contractual adelantado por la MEBOG (Policía Metropolitana de Bogotá) y si benefició a algún contratista”.

A esa pregunta el señor Martín Manjarrés respondió: “Tengo conocimiento de que esta persona era el encargado de elaborar fichas técnicas en la MEBOG (Metropolitana de Bogotá) y solicitaba dinero a cambio de estructurar fichas técnicas favoreciendo a empresas contratistas de blindados y no blindados controladas por Yonn García y mi persona. Testaferro de generales Hoover Alfredo Penilla”.

El general Hoover Penilla quien fue subdirector de la Policía Nacional durante el gobierno anterior, fue nombrado por el presidente Iván Duque como adjunto de la Policía Nacional en la Embajada de Colombia en España.

El general Hoover Penilla ha sido oficial de inteligencia, fue director de la Policía Fiscal y Aduanera, Polfa, y llegó a la Policía Metropolitana de Bogotá en 2015 por decisión del entonces director general Rodolfo Palomino, quien también está señalado en el carrusel de los blindados por presuntamente haber recibido, a través de su esposa, dádivas a cambio de contratos.

El general Penilla fue relevado de la comandancia de la Metropolitana de Bogotá después del asesinato del joven Dilan Cruz en protestas en el centro de la capital.

Pese a todo, unos meses después se convirtió en el subdirector general de la Policía y estuvo en ese cargo hasta la finalización del gobierno Duque.

El general Hoover Penilla aparece mencionado en documentos de la investigación por el caso de las irregularidades en la construcción de 59 casas fiscales en San Luis, Tolima, sin el lleno de requisitos legales.

Hace apenas unas semanas su nombre volvió a aparecer en una investigación de la Contraloría General de la República. Esta vez por la compra de un lujoso jet ejecutivo por más de 12 millones de dólares.

La compra del jet Embraer Legacy 600 arrancó por autorización del general Penilla. De acuerdo con los documentos de la investigación fiscal, Penilla citó una junta en un día curioso, el sábado 1 de enero de 2022 a las 4:00 de la tarde, para modificar un plan de compra de aviones de transporte de tropas y carga.

Por cuenta de esa decisión se hizo la compra del lujoso avión, a pesar de que la institución no lo necesitaba y de que en el mercado había ofertas de aeronaves del mismo tipo pero más baratas y con menos horas de vuelo.

El del carrusel de los carros blindados es el cuarto escándalo en el que aparece el nombre del general Hoover Alfredo Penilla sin que le pase realmente nada.

En la página oficial de la Embajada de Colombia en España sigue apareciendo como si estuviera en Madrid como el oficial de Policía de más alta jerarquía en esa delegación diplomática.