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​Universidad de San Buenaventura habría servido de refugio a sacerdote pederasta

El padre Federico Fernández Baeza, que fue acusado en 1987 de violar a dos hermanos durante un período de dos años, fue secretario de la Universidad San Buenaventura en Cartagena

Una investigación del portal GlobalPost reveló que, al parecer, la Iglesia Católica ha permitido que presuntos curas abusivos se dirijan a distintas partes del mundo donde enfrentan un menor grado de control de parte de la Justicia y la prensa. Este es el caso del sacerdote Federico Fernández Baeza, que llegó a Colombia y se convirtió en el secretario de La Universidad San Buenaventura en Cartagena.

 

La W Radio consultó al rector general de la Universidad, Fray José Wilson Téllez Casas, que confirmó que el padre Fernández efectivamente trabajó en la universidad hasta abril de 2015. “En fecha 28 se le concede una licencia y renuncia en carta del 30 de julio de este año”, precisó, sin embargo no ofreció más explicaciones al respecto.

 

Aseguró que dicho caso amerita que sea voz el jefe provincial de los franciscanos en Colombia. Reiteró que “el caso del padre se da no en el ámbito de la universidad. En otras palabras sobrepasa mis funciones. Yo te pido escuches y hables con el padre Héctor Lugo. Entiende que este tema debe ser abordado por quien tiene la autoridad”, aseguró.

   

Esta alarmante denuncia también la conoce el ministro provincial de los sacerdotes Franciscanos en Colombia, el padre Héctor Lugo, que le respondió a La W Radio que se encuentro en Guapi (Cauca) desde el pasado martes atendiendo hace más de 60 años un ancianato.

 

 “Yo regreso a Bogotá el domingo en la noche y ante la problemática sobre la cual me enteré esta mañana aquí en Guapi, deseo dialogar personalmente con Usted pues quiero que ante ustedes y la sociedad las cosas se discutan y la persona indicada, de acuerdo con las leyes del país y de la Iglesia, responda y enfrente su situación como es debido”, agregó.

 

Según el portal Globalpost, el sacerdote Fernández fue acusado por un gran jurado de dos cargos de segundo grado de indecencia con un niño. Los cargos se dieron por el presunto abuso de dos niños durante dos años.

“Un año más tarde Fernández estaba negociando un arreglo con los fiscales, dijo a la prensa el abogado de los familiares de la víctima. Él había ofrecido declararse culpable a los dos cargos de indecencia a cambio de una suspensión de 10 años de la sentencia y la promesa de que se mantendría lejos de los niños y buscaría ayuda psiquiátrica, el abogado dijo a la prensa”, precisa el portal.

 

Pero Fernández y los abogados la diócesis de San Antonio también estaban negociando con dinero con la familia, más de un millón de dólares de acuerdo a reportes de prensa.

Justo antes de que las negociaciones por declararse culpable se definieran en la Corte, el arreglo por dinero finalizó. Sus términos fueron confidenciales y permanecen en secreto.

Algunos días más tarde un juez de Distrito recusó la propuesta de Fernández. Ella le dijo a los reporteros que rechazó el arreglo porque no creía que el acusado debía obtener un trato especial por ser un cura.

 

En 2011, Humberto Leal, un ciudadano mexicano condenado a muerte en Texas por violar hasta la muerte a una joven de 16 años en 1995 (crimen que él negó cometer), repentinamente le dijo a sus abogados que había sido abusado por Fernández de niño.

 

Leal le dijo a los psicólogos forenses que el abuso comenzó con manoseos inapropiados, y terminó con violación anal cuando él estaba en quinto grado. Estas revelaciones de abuso inspiraron una campaña que pedía clemencia promovida por otros que decían que Fernández también había abusado de ellos.

 

También reveló el portal que Fernández había servido como un cura de alto perfil en Colombia luego de irse deshonrado de los Estados Unidos. El regularmente postea sus “Reflexiones dominicales” en el sitio web de una gran iglesia de Bogotá, y cuando se unió a la universidad en 2014, la contratación fue anunciada online, completada con una foto de un sonriente Fernández.

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