Capturan a dos militares procesados por ejecuciones extrajudiciales en Colombia

La Fiscalía General  capturó a un comandante de brigada del Ejército Nacional y a un oficial de inteligencia de la misma fuerza para que comparezcan en un proceso por la ejecución extrajudicial de dos campesinos, informaron fuentes de la entidad judicial en Bogotá.

La captura de los dos oficiales fue practicada por agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía en su sede central en Bogotá, en virtud de una orden emitida por un fiscal de derechos humanos.

En un comunicado, la fuente indicó que los detenidos son los coroneles César Oswaldo Morales Ramírez, comandante de la Brigada 18 con sede en la ciudad de Arauca (noreste), y Miguel Antonio Beltrán Chacón, oficial de inteligencia de la Brigada Móvil número 22.

Morales y Beltrán "eran requeridos con sendas órdenes de captura por su presunta responsabilidad en los delitos de homicidio agravado, secuestro simple agravado y falsedad procesal", precisó la Fiscalía.

Los militares fueron procesados por la muerte, el 2 de marzo de 2007, de dos campesinos de Urumita, localidad del departamento caribeño de La Guajira, que fueron presentados como guerrilleros muertos en combate.

La Fiscalía formalizó las capturas luego de que ambos oficiales se presentaran de manera voluntaria en la entidad judicial, lo que hicieron este jueves.

Otros diez militares están vinculados con el hecho

La entrega de los coroneles había sido informada en un comunicado aparte por el comando del Ejército Nacional, nota en la que esta fuerza reiteró su "compromiso de colaboración con las autoridades judiciales que así lo requieran".

El caso fue investigado por un fiscal de la ciudad norteña de Barranquilla, que concluyó que la versión de los militares no se ajustaba a la realidad.

Con los hechos están relacionados cerca de diez militares o exmilitares y seis civiles más, todos ellos procesados desde abril del año pasado por la misma autoridad judicial.

El caso hace parte de una práctica conocida en el país como de "falsos positivos", es decir, de muerte de civiles a manos de militares que los reportan como rebeldes caídos en combate para mostrar resultados ante sus superiores y obtener beneficios.

Más de 2.000 casos de esa práctica han sido documentados e investigados por la Fiscalía colombiana, que ha vinculado con ellos a casi 1.500 militares, al menos cien de los cuales han sido condenados.