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Un sacerdote y una mujer, entre los nuevos generales de la Policía

11 coroneles fueron ascendidos a brigadier general este martes, en ceremonia presidida por el presidente Juan Manuel Santos.

En la escuela de cadetes Francisco de Paula Santander, se llevó a cabo la ceremonia de ascensos de la policía. Foto: Colprensa

En la escuela de cadetes Francisco de Paula Santander, se llevó a cabo la ceremonia de ascensos de la policía. Foto: Colprensa(Thot)

 

Entre los 11 nuevos generales que tiene la Policía Nacional hay dos que llaman la atención: una oficial con casi 30 años en la Institución y el primer sacerdote que alcanza este grado. 

La mujer es la general Juliette Giomar Kure, quien lleva 29 años en la Policía y actualmente es la directora de Incorporación de la Institución. Entre los cargos que ha tenido está la de Gerente del Plan Democracia para el plebiscito por la paz y la primera mujer en dirigir una oficina de Interpol en América. 

La general Kure afirmó que su ascenso "es una gran satisfacción después de 30 años en la Institución, de una trayectoria en la parte operativa y administrativa. Es un gran compromiso". 

Explicó que su lucha en la parte operativa estuvo centrada en el desmantelamiento de más de 55 organizaciones dedicadas a la falsificación de moneda, con lo cual se logró "que el país dejara de ser el número 1 en falsificación, en un trabajo coordinado con Estados Unidos y el Banco de la República". De su trabajo dijo que "es un orgullo total porque de esta manera estamos contribuyendo a fortalecer la convivencia ciudadana". 

Por otra parte, también fue ascendido el general Silverio Ernesto Suárez, primer sacerdote que llega a este grado en la Policía y quien lleva más de 24 años en la Institución. 

El general Suárez explicó que empezó en la Policía como comunicador en la Oficina de Comunicaciones Estratégicas y cuando estaba en la Escuela General Santander encontró su vocación sacerdotal. 

"Voy al seminario castrense de Colombia y mi general Serrano me dio una comisión de estudio por cuatro años. Luego cursé filosofía y teología, me ordené sacerdote y comencé a trabajar como sacerdote en la Policía", contó el general. 

Explicó que "hay que saber llevar las dos vocaciones, en los cursos de ascenso prestaba turnos de vigilancia como cualquier policía, cumplía la labor de patrullaje y prestaba orientación espiritual a mis compañeros". 

Sobre posibles situaciones en las que sus dos vocaciones se vean enfrentadas, aclaró que "en una ocasión nos mandaron a patrullar a Mártires, se inició una persecución contra unas personas que no quisieron hacer el alto a la patrulla, por fortuna ese día no tuve buena puntería y no herí a nadie. Solamente si hay una agresión hacia uno, uno tiene que proteger su vida, que es lo que se llama en la Iglesia el injusto agresor". 

Por el momento no sabe qué papel desempeñará como general, pero afirma que "creo que es trabajar el fortalecimiento de la familia y el ser humano, acompañar a los compañeros que están pasando por situaciones difíciles". 

Otros generales que fueron ascendidos son Juan Carlos Buitrago, Manuel Antonio Vásquez, Fredy Tibaduiza, Henry Sanabria, Eliécer Camacho, Jesús Alejandro Barrera, Norberto Mujica, Ramiro Riveros y Ricardo Alarcón. 

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