[Opinión] Una estrella que huele y sabe a bandeja paisa
Esta final con Santa Fe me tiene absolutamente nerviosa. No soy de ese tipo de hincha convencido que se cree ganador antes de clasificar.
Foto: http://www.atlnacional.com.co/(Thot)
Debo confesar que me sorprendió que Nacional llegara a la final en este torneo apertura. Si bien es cierto que como hincha siempre lo he apoyado, cuando miré la tabla de los cuadrangulares semifinales, faltando solo un partido, la situación estaba complicada, pues Tolima, Itagüí y Pasto también tenían opción.
Clasificaron en el último partido, pero clasificaron, y eso es lo que cuenta en el fútbol. Hoy me preparo para vivir, disfrutar y por supuesto sufrirme otra final con Nacional en el Fútbol Profesional Colombiano.
Que su equipo esté en una final es lo que todo hincha anhela, pero el anhelo no se queda en llegar a la final. ¡Hay que ganarla! Porque no hay algo peor que perder en una final, prefiero que eliminen antes al equipo, deja un sinsabor, claro, pero la derrota en la final es algo difícil de superar. Aún recuerdo esa derrota ante Junior en el 2004, cuando después de remontar un marcador que parecía imposible, se escapó el triunfo en el último minuto. Lloré por horas.
Esta final con Santa Fe me tiene absolutamente nerviosa. No soy de ese tipo de hincha convencido que se cree ganador antes de clasificar, pero a veces soy consciente que el equipo llega con notables ventajas sobre su rival y en este caso, ¡tengo miedo! Sí, llámenme supersticiosa, pero el hecho de que el partido final sea de visitante me mata.
Nacional solo ha quedado campeón dos veces de visitante. En 1973 y 1976. El resto de campeonatos han sido de local por lo que siempre he visto ganar a Nacional en Medellín. La ciudad en esos días es más bonita, la gente es más amable, todos cantamos en la calle, en la tienda, en el metro, y se vive un ambiente en el que en cada rincón hay un mensaje de apoyo al equipo – no sé qué pasa esos días con los hinchas del ‘Poderoso de la Montaña’, pero por arte de magia toda la ciudad es verde-.
Pero es más fuerte el sentimiento de hincha que despierta Nacional en mí que este tipo de cosas. Así que para esta final, optimismo total, con mi mejor sonrisa y toda la energía, - hoy frente al televisor, porque no estoy en Medellín - tal y como lo hago desde los cuatro años, cuando mi padre me sentaba a su lado a ver partidos de fútbol, creo que con cierta frustración porque en casa éramos 3 mujeres y no había en la familia ese hijo varón que siguiera su pasión por este deporte, pero estaba yo, que le hacía banderitas con papel silueta.
Hoy confío en mi equipo, en la experiencia que tiene y en que esta estrella tiene color verde.
NOTA: Aclaro que mi padre no es hincha de Nacional, es un costeño hasta el tuétano que vive en Medellín desde los 11 años, hincha del Unión Magdalena, equipo que infortunadamente sigue en la B.
Clasificaron en el último partido, pero clasificaron, y eso es lo que cuenta en el fútbol. Hoy me preparo para vivir, disfrutar y por supuesto sufrirme otra final con Nacional en el Fútbol Profesional Colombiano.
Que su equipo esté en una final es lo que todo hincha anhela, pero el anhelo no se queda en llegar a la final. ¡Hay que ganarla! Porque no hay algo peor que perder en una final, prefiero que eliminen antes al equipo, deja un sinsabor, claro, pero la derrota en la final es algo difícil de superar. Aún recuerdo esa derrota ante Junior en el 2004, cuando después de remontar un marcador que parecía imposible, se escapó el triunfo en el último minuto. Lloré por horas.
Esta final con Santa Fe me tiene absolutamente nerviosa. No soy de ese tipo de hincha convencido que se cree ganador antes de clasificar, pero a veces soy consciente que el equipo llega con notables ventajas sobre su rival y en este caso, ¡tengo miedo! Sí, llámenme supersticiosa, pero el hecho de que el partido final sea de visitante me mata.
Nacional solo ha quedado campeón dos veces de visitante. En 1973 y 1976. El resto de campeonatos han sido de local por lo que siempre he visto ganar a Nacional en Medellín. La ciudad en esos días es más bonita, la gente es más amable, todos cantamos en la calle, en la tienda, en el metro, y se vive un ambiente en el que en cada rincón hay un mensaje de apoyo al equipo – no sé qué pasa esos días con los hinchas del ‘Poderoso de la Montaña’, pero por arte de magia toda la ciudad es verde-.
Pero es más fuerte el sentimiento de hincha que despierta Nacional en mí que este tipo de cosas. Así que para esta final, optimismo total, con mi mejor sonrisa y toda la energía, - hoy frente al televisor, porque no estoy en Medellín - tal y como lo hago desde los cuatro años, cuando mi padre me sentaba a su lado a ver partidos de fútbol, creo que con cierta frustración porque en casa éramos 3 mujeres y no había en la familia ese hijo varón que siguiera su pasión por este deporte, pero estaba yo, que le hacía banderitas con papel silueta.
Hoy confío en mi equipo, en la experiencia que tiene y en que esta estrella tiene color verde.
NOTA: Aclaro que mi padre no es hincha de Nacional, es un costeño hasta el tuétano que vive en Medellín desde los 11 años, hincha del Unión Magdalena, equipo que infortunadamente sigue en la B.
