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Gianni Crea, el custodio de las 2.797 llaves de los Museos Vaticanos

Gianni Crea, custodio de las llaves del Vaticano, expuso que con su quehacer "evidenció que el arte es la mayor expresión de la condición humana".

Gianni Crea, el custodio de las 2.797 llaves de los Museos Vaticanos

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En caso de la muerte de un Papa y antes del cónclave,  Gianni se encarga de sellar todas las puertas que comunican los Museos Vaticanos con la Capilla Sixtina para evitar cualquier filtración. Foto: Getty Images

Cuando era un adolescente comenzó como  uno de los porteros auxiliares de la Basílica de San Pedro.  Lo que nunca se imaginó es que  de ser  vigilante llegaría a ser el hombre de las 2797 de las puertas y  cerraduras de los museos vaticanos.

Sus días inician antes que salga el sol junto a su equipo de 10 colaboradores y más que una rutina son jornadas plenas de  mística pero sobretodo gran responsabilidad. Gianni Crea es desde hace 20 años el “hombre de las llaves” del Papa. A su cargo tiene más 2797 llaves que abren las puertas de los museos vaticanos y aunque las conoce una a una, hay un libro donde están numeradas, descritas y registradas.

A pesar que  una de ellas tiene su historia, la más significativa a su cargo es la única que no está numerada y diariamente debe guardarse sigilosamente entre un sobre sellado bajo la vigilancia de la gendarmería vaticana: Es la llave que abre la puerta de la Capilla Sixtina  y le permite ser la primera persona  que cada día ingresa al lugar más  fascinante y al mismo tiempo  misterioso de la Santa Sede donde enmarcado por los frescos del “Juicio final” de Miguel Ángel se eligen los papas y guarda  secretos únicos e irrevelables.

En caso de la muerte de un Papa y antes del cónclave,  Gianni se encarga de sellar todas las puertas que comunican los Museos Vaticanos con la Capilla Sixtina para evitar cualquier filtración.

Otra llave que tiene especial significado y es irremplazable en la 401 que  abre el Museo Pío Clementino: Tiene 5 siglos de antigüedad, pesa casi un kilo y debe estar guardada en condiciones y una  temperatura especial para evitar su deterioro. Al caer la tarde nuevamente  Gianni y su equipo deben recorrer los más de 7 kilómetros de  los museos vaticanos y de nuevo cerrar y revisar que todo quede bajo llave.

Aunque en pleno siglo XXI puede sonar absurdo que no se implemente en el Vaticano un sistema computarizado para controlar la apertura y cierre de esta puertas, el mismo Gianni dice que gracias a esta labor que hacen día a día es que pueden  identificar cualquier daño y esto es los que permite que este lugar se conserve  en perfecto estado.

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