No hay pruebas que señalen directamente que mi hijo es culpable: padre de Pablo Ibar

En diálogo con La W, Candido Ibar, un ciudadano español habló sobre el caso judicial que podría regresar a la libertad a su hijo Pablo, un hombre que fue acusado en 1994 de un triple asesinato en la Florida, y que lleva 24 años en prisión, 16 de ellos en el llamado “corredor de la muerte”.

“Yo creía en esa justicia hace años, ahora ya no creo en esa justicia, hay cosas que no pegan”, afirmó el padre del detenido, quien pese estar desilusionado de las instituciones que juzgan a su hijo, se mostró muy confiado en que pronto volverá a tenerlo en libertad.

El caso de Pablo Ibar comenzó en 1994 tras ser acusado en Estados Unidos de un triple asesinato, hecho que lo ha llevado a que se le practiquen tres juicios; el primero de ellos no llegó a feliz término luego de que el jurado no se pusiera de acuerdo para un veredicto unánime; el segundo juicio debió ser anulado; y el tercero, ocurrido en el año 2000, terminó con una sentencia a muerte, que 16 años después resultó anulada por el tribunal supremo de Estados Unidos, que indicó que se debía practicar un nuevo juicio, esto último afirmando que la sentencia fue “sustentada en pruebas escasas y débiles”, según dijo el mismo Ibar.

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Según el padre del implicado, la única prueba que se conoce en contra de su hijo es un video a blanco y negro, donde se ve la figura “borrosa” de un hombre que presenta cierta similitud en sus rasgos fisiológicos con él; sin embargo, asegura que “no hay huellas, ni armas ni nada que prueben la responsabilidad del crimen”.

Durante la entrevista, el español también se mostró confiado en poder probar la inocencia de su hijo gracias a la vinculación al caso de peritos en identificación facial; recurso que antes no se había utilizado, que emitan su concepto, y evidenciarán que la persona que se ve en el video no corresponde a su hijo.

Lo que resta para el inicio del nuevo juicio es la selección del jurado, tarea que parece dispendiosa teniendo en cuenta la dedicación que requiere por parte de los ciudadanos seleccionados, quienes tendrían que asistir durante cerca de 4 meses, 4 veces a la semana al juzgado.

Al ser interpelado por la forma como financia la defensa de su hijo, Ibar afirmó estar recibiendo cierto apoyo por parte del gobierno vasco y el gobierno central español, montos que se complementarían con dineros donados a través de plataformas virtuales por ciudadanos solidarios en España y el mundo.

Según el padre, el primer deseo que tendría Pablo Ibar al salir de la cárcel, sería ir a ver la tumba de su madre, ya que él se siente culpable por no haberla podido acompañar durante su enfermedad de cáncer, e incluso recordó que, tras su muerte, no le dejaron acompañar el funeral.

Ibar también tendría planeada una serie de conferencias en instituciones educativas de España para hablar sobre su caso y la importancia de las buenas compañías.