“Prohibido morirse”: el mandato de un pueblo italiano
Giulio Cesare Fava, alcalde de Falciano de Massico, dijo a los habitantes de ese pueblo del sur de Italia, que era prohibido morirse por la falta de un cementerio.
“Prohibido morirse”: el mandato de un pueblo italiano(Thot)
Giulio Cesare Fava, alcalde de Falciano de Massico, dijo a los habitantes de ese pueblo del sur de Italia, que era prohibido morirse por la falta de un cementerio.
En diálogo con La W Radio, Fava dijo que el pueblo no tenía cementerio desde 1964 y que es uno de los pocos en Italia que no tienen un lugar para enterrar a las personas fallecidas. Relató que durante un tiempo usaron el cementerio del pueblo vecino, Carinola, pero éste llego al límite máximo de su capacidad. Entonces, él pidió presupuesto para ampliar el cementerio vecino o para destinar un espacio en Falciano de Massico con ese fin. Mientras tanto, en un decreto de emergencia les prohibió morir a los habitantes, con el fin de que las autoridades competentes tomen medidas.
El mandatario dijo que, aunque suena chistoso, esta disposición refleja un problema serio que afronta la población. "Desafortunadamente dos ancianos desobedecieron", dijo Fava, recordando que quienes quebranten el mandato no pueden ser sancionados.
También denunció que en 48 años la burocracia y la falta de voluntad política no permitieron la construcción del cementerio en esta población, que cuenta con cerca de 4000 habitantes.
En diálogo con La W Radio, Fava dijo que el pueblo no tenía cementerio desde 1964 y que es uno de los pocos en Italia que no tienen un lugar para enterrar a las personas fallecidas. Relató que durante un tiempo usaron el cementerio del pueblo vecino, Carinola, pero éste llego al límite máximo de su capacidad. Entonces, él pidió presupuesto para ampliar el cementerio vecino o para destinar un espacio en Falciano de Massico con ese fin. Mientras tanto, en un decreto de emergencia les prohibió morir a los habitantes, con el fin de que las autoridades competentes tomen medidas.
El mandatario dijo que, aunque suena chistoso, esta disposición refleja un problema serio que afronta la población. "Desafortunadamente dos ancianos desobedecieron", dijo Fava, recordando que quienes quebranten el mandato no pueden ser sancionados.
También denunció que en 48 años la burocracia y la falta de voluntad política no permitieron la construcción del cementerio en esta población, que cuenta con cerca de 4000 habitantes.
