¿Por qué no es tan fácil decidir cuándo no ir a trabajar si estás enfermo?
¿Te sientes mal y no crees que sea buena idea ir a trabajar? Aun así, ¿te levantas y te llevas tus gérmenes a la oficina? Cuando más de un factor interviene en la ecuación, la decisión sobre ir o no, no es tan clara.