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Colombia, a un paso de la paz tras histórico pacto sobre el fin del conflicto

Gobierno y guerrilla despejaron el camino hacia una nueva era en Colombia que ponga punto final a más de 50 años de guerra.

Santos y "Timochenko" firman el fin del conflicto. Foto: EFE.

Santos y "Timochenko" firman el fin del conflicto. Foto: EFE.(Thot)

Colombia se situó más cerca que nunca de firmar la paz con el histórico acuerdo para el fin del conflicto sellado en La Habana ante el presidente Juan Manuel Santos y el líder de las Farc, Rodrigo Londoño Echeverri, alias "Timochenko", y con el espaldarazo de la comunidad internacional.

Gobierno y guerrilla despejaron el camino hacia una nueva era en Colombia que ponga punto final a más de 50 años de guerra, con un pacto sobre el procedimiento para el cese el fuego bilateral y definitivo, la dejación de armas por parte de las Farc, las garantías de seguridad y un sorpresivo consenso en torno a la refrendación popular del acuerdo final, aún pendiente de fecha.

Cuando se firme la paz, entrará en vigor el alto el fuego bilateral y las Farc tendrán un plazo de 180 días para la dejación de armas, que serán entregadas en su totalidad a Naciones Unidas, organismo que se encargará del monitoreo y verificación de ese proceso.

Las armas de la guerrilla se emplearán en la construcción de tres monumentos en Nueva York, sede de la ONU; Cuba, el país que desde noviembre de 2012 ha acogido el proceso de paz y Colombia, en un lugar acordado entre el Gobierno y las Farc.

Para garantizar el cese el fuego y la entrega de armas, los guerrilleros serán concentrados en 23 "Zonas Transitorias de Normalización" y ocho campamentos, donde además se iniciará el proceso de preparación para la reincorporación a la vida civil de las estructuras de las Farc.

Serán zonas de concentración temporales y transitorias donde se mantendrá la institucionalidad de las autoridades civiles (no armadas) y que estarán rodeadas de una zona de seguridad donde no podrá haber unidades de la fuerza pública colombiana.

El pacto incluye también un acuerdo sobre garantías de seguridad y lucha contra "organizaciones criminales", incluyendo las sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, con el objetivo de asegurar la plena oportunidad para la participación política, especialmente a los exintegrantes de la guerrilla en su reintegración a la sociedad civil.

Una de las sorpresas de la jornada fue el acuerdo entre gobierno y guerrilla para zanjar sus diferencias sobre el mecanismo de la refrendación del acuerdo de paz y se comprometen a acatar "el mecanismo de participación popular que la Corte Constitucional indique y en los términos que ese alto tribunal señale".

Santos y "Timochenko" sellaron hoy con nuevo apretón de manos - el primero fue el pasado septiembre tras anunciar otro acuerdo sobre justicia transicional para los responsables del conflicto - este pacto que a juicio del mandatario colombiano "significa ni más ni menos el fin de las FARC como grupo armado".

"No solamente se acordó el fin de las confrontaciones, sino que también se definió un cronograma preciso para que las Farc dejen las armas para siempre", resaltó.

En un gesto cargado de simbolismo, Santos regaló al máximo líder de las Farc un "balígrafo", un bolígrafo construido con un proyectil: "Las balas escribieron nuestro pasado, la educación escribirá nuestro futuro", le dijo Santos a "Timochenko".

Por su parte, el líder de las Farc afirmó que las Fuerzas Armadas colombianas y las de esa guerrilla serán aliadas en adelante al servicio de la paz.

El acuerdo para el Fin del Conflicto colombiano recibió en La Habana el respaldo de la región y la comunidad internacional, con la presencia de seis presidentes latinoamericanos y la del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon.

Ban aseguró que este pacto "fortalecerá el camino" hacia la paz definitiva en Colombia y resaltó el compromiso de la ONU para que este proceso de negociación se convierta en la implementación de la paz.

Por su parte, el presidente de Cuba, Raúl Castro, anfitrión del país que ha sido la sede de los diálogos de paz, afirmó que el proceso de paz de Colombia "no tiene vuelta atrás" después de este avance "decisivo".

Al acto celebrado en La Habana, asistieron además los presidentes de Venezuela y Chile, Nicolás Maduro y Michelle Bachelet, cuyos países actúan como acompañantes del proceso de paz.

También el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, como responsable pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac); el del El Salvador, Salvador Sánchez Cerén y el de México, Enrique Peña Nieto.

Tras este acuerdo, los negociadores del Gobierno y la guerrilla tienen como temas pendientes en la mesa de La Habana el mecanismo de implementación de los acuerdos de paz y la fórmula para que las FARC se conviertan en un movimiento político.

Aunque hace unos días el presidente Santos apuntó al 20 de julio (día de la independencia de Colombia) como posible fecha para la firma de un acuerdo de paz, su jefe negociador en La Habana, Humberto de la Calle, prefirió no hablar de "plazos fatales".

Ambas partes "tienen interés" en que el acuerdo final se alcance "muy rápidamente", algo que "va a ocurrir pronto", pero "no nos casamos con fecha", añadió De la Calle.

En todo caso, la firma del acuerdo definitivo de paz será en Colombia, según aseguró Santos.

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