Al Oído: Histórica marcha dividió al Gobierno y el presidente sigue sin escuchar

La marcha del 21 habló por sí sola. El que quiera ver que lo vea, ¡y ojo! Esto no es competencia de mirar quién saca más personas a la movilización, pero sí debería enviar un mensaje contundente al presidente que, de acuerdo con lo que trinó, le fue complejo ver.

En algunos hablando de la clase dominante, en otros diciendo que solo en tres ciudades fue grande y en el último diciendo que el 1 de mayo también saldrán a las calles. Predecible es su ego y necesita salir a mostrar que no ha perdido las calles.

Ahora, la diferencia es que saldrá a sumarse a una marcha que no es precisamente en apoyo a su Gobierno, es decir, ‘a pescar en río revuelto’.

Paralelo, la funcionaria más importante del gabinete después del presidente, Laura Sarabia, salió en una vía más consiente, racional y buscando tejer pidiendo grandeza y autocrítica. Ojalá todos lo vieran como Laura, pero bueno, si lo hicieran, seguro no estaríamos como estamos, no en vano ella ha llegado hasta donde está. Es inteligente sin sesgarse por las pasiones.

En su realidad paralela, encapsulado sin la más mínima capacidad de escuchar a la oposición, sin sentido de autocrítica, sus trinos parecen más representar el significado de lo que es la miopía.

Minimizar a todo el que se opone reduce la capacidad de diálogo que prometió tener el Gobierno, pero, además, usar una narrativa como lo hicieron tantos congresistas del Pacto en el que gradúan de uribista a todo el que salió a la marcha a nivel nacional también es un error, desconocen la realidad de las movilizaciones y deja ver que se están quedando encerrados en aplausos de amigos sin lograr ver las inconformidades que son de diferentes sectores.

Cuanto temor a que la gente exprese libremente su molestia. Y en serio ¿para curar la herida el presidente saldrá a la marcha del día del trabajo para, abusivamente, usarla y decir que es apoyo a sus políticas? Que por cierto no se han visto.

Una marcha, sin contratistas, sin correos institucionales invitando a las calles sin funcionarios públicos obligados. El que no quiera escuchar lo sucedido se equivoca. La insatisfacción con el gobierno existe, la ciudadanía de a pie se manifestó, deben dejar la soberbia y revisar para retomar rumbo.

Si se quedan sin escuchar a las calles, estarían haciendo lo que tanto le criticaron al Gobierno del expresidente Iván Duque, que fue sordo muchas veces ante el clamor popular.

Queda demostrado que las verdaderas protestas son las que se hacen sin violencia, sin vandalizar. La gran marcha deja mucho por reflexionar incluso para todos los sectores, la oposición tampoco puede quedarse gritando fuera Petro sin propuestas serias para un futuro, se necesita consolidar liderazgos de centro el país los exige y esperar que el gobierno recomponga su equipo.

Un gabinete serio hoy pasaría la carta de renuncia porque es su equipo cercano, sus asesores en comunicación y estrategas son los que más daño le hacen, pasen la carta de renuncia para hacerle más fácil al presidente recomponer, pero ahí hasta los que no hacen nada miran para otro lado.

Presidente, póngase a marchar, pero con su gabinete, ¿sabe cómo y dónde? Mostrando resultados ya estamos cansado de su infantilismo.