La Corte Suprema de Justicia no elegirá fiscal este año

La Corte Suprema de Justicia no elegirá fiscal general este año. La Corte no devolverá la terna enviada por el presidente Gustavo Petro pero sigue a la expectativa de un eventual cambio de esa terna a raíz de las últimas declaraciones del presidente.

El pasado fin de semana el presidente Gustavo Petro afirmó en entrevista con Cambio que tiene la atribución de cambiar la terna en cualquier momento y que está esperando unas reacciones frente a lo que se ha conocido sobre la nominación.

Lo que se ha conocido básicamente es que una de las aspirantes, la exfiscal Amparo Cerón, habría actuado en el caso Odebrecht siguiendo instrucciones interesadas del fiscal general de la época Néstor Humberto Martínez. Lo cual crea dudas sobre su independencia de criterio y sobre las decisiones que tomó en ese expediente.

En la Corte Suprema interpretaron las declaraciones del presidente Petro como la apertura de un compás de espera sobre la firmeza de la terna y la existencia cierta de una posibilidad de que sea cambiada.

A esa situación se suman otras internas de la Corte que tienen que ver con la política y, si se quiere, con la politiquería en el más alto tribunal de la justicia ordinaria.

Está empezando un fuerte pulso entre los magistrados que se terminan su período y se van antes de abril del año entrante y los que se quedan.

En abril de 2024 se irán cinco de los actuales magistrados. A ellos se suman 2 que acaban de llegar, con lo cual se tiene que 7 magistrados, casi la tercera parte del tribunal, serán nuevos.

Hagamos las cuentas: Se acaban de posesionar un magistrado de la sala civil y un magistrado de la sala penal.

Antes de abril de 2024 terminan su período cinco más. Son ellos:

• El actual presidente de la Corte Suprema Fernando Castillo, integrante de la sala laboral.
• El magistrado Luis Hernández de la Sala Penal
• El magistrado Aroldo Quiroz de la Sala Civil
• El magistrado Gerardo Botero de la Sala Laboral
• El magistrado Luis Rico de la Sala Civil.

Los magistrados de con funciones electorales son 23 y para escoger al fiscal general de la nación se requiere que una de las aspirantes logre un mínimo de 16 votos.

Los cinco magistrados que salen quisieran votar para elegir fiscal general pero los que se quedan preferirían que votaran quienes los van a remplazar.

La razón es esencialmente política: Los magistrados que salen ya no le deben nada a nadie y pueden votar con entera independencia. Mientras tanto los magistrados que llegan le deben su elección a los actuales y van a tender a votar como lo indiquen sus electores, por humana gratitud.

A esta circunstancia política –y politiquera porque tiene que ver con potencial burocracia que la nueva fiscal les conceda o les mantenga a los miembros de la Corte– se suma otra razón de orden práctico: la deliberación y elección de fiscal general de la Nación se tiene que cumplir en la sala plena del tribunal y solo quedan seis salas este año 2023, quizás menos porque, por ejemplo, la del 14 de septiembre puede ser levantada ya que coincidirá con una sesión de entrevistas para escoger un nuevo magistrado de la Sala Penal.

La relación del presidente Gustavo Petro con la Corte Suprema de Justicia está en un buen momento. Así se notó en el ambiente durante la posesión esta semana del nuevo magistrado de la Sala Penal, Jorge Hernán Díaz.

La Corte no va a devolverle la terna pero tampoco va a elegir sin la confirmación de la firmeza de la nominación y sin resolver los intríngulis políticos internos del alto tribunal.

Así las cosas es posible que la elección de fiscal general solo empiece formalmente después de abril y que haya una interinidad de meses en la Fiscalía General que sería ocupada o por la actual vicefiscal general de la nación Martha Mancera, o –asómbrense– en ausencia de ella por el coordinador de fiscales delegados ante la Corte Gabriel Ramón Jaimes, quien sería nombrado vicefiscal si la doctora Mancera se retira al terminar el período del actual fiscal Francisco Barbosa.