Fuertes declaraciones del candidato Gustavo Petro donde denunció que desde el DAS se utilizó el chantaje para hacer aprobar la reelección

El opositor Polo Democrático Alternativo (PDA) de Colombia atribuyó hoy al Gobierno del presidente Álvaro Uribe la infiltración en la central de inteligencia del Estado, envuelta en un escándalo de escuchas y seguimientos ilegales. El Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) "fue infiltrado por el Gobierno", afirmó el candidato presidencial del PDA, Gustavo Petro, senador que convocó junto a su correligionario Luis Carlos Avellaneda un pleno de la cámara alta para discutir esta trama. En declaraciones en las horas previas a la sesión plenaria del Senado, Petro sostuvo en la sede del Legislativo que "el Gobierno fue el que dio las órdenes de la comisión de un delito de lesa humanidad a partir del DAS". "El DAS fue el instrumento; el ordenador, el Gobierno. Quien infiltró el DAS fue, en primerísimo lugar, el Gobierno", insistió el líder izquierdista, reconocido por sus investigaciones sobre la injerencia de los paramilitares y narcotraficantes en el Estado. Petro denunció que Uribe convirtió la central de inteligencia, que depende de la Casa de Nariño, la sede del Ejecutivo, "en una policía política" para cometer a partir de ella "un delito de lesa humanidad". Ese delito de lesa humanidad "es la liquidación moral contra grupos vulnerables, como jueces, magistrados, defensores de derechos humanos y líderes de la oposición", afirmó el candidato, que aspira a la sucesión de Uribe en los comicios del próximo día 30. Petro recordó que él y su familia fueron víctimas de las escuchas y seguimientos ilegales por parte del DAS, que alcanzaron a magistrados, políticos de la oposición, periodistas, activistas de derechos humanos e, incluso, personalidades extranjeras, como la iraní Shirin Ebadi, Nobel de Paz de 2003, y el director para América de la Human Rights Watch (HRW), el chileno José Miguel Vivanco. El escándalo lo desató hace un año la revista Semana, y se unió a unas denuncias sobre la infiltración paramilitar en la central de inteligencia y los presuntos nexos de sus responsables desde 2002 con la disuelta organización Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). "Sí, yo tuve al DAS durante ocho años siguiéndome, interceptándome, amenazando a mi familia, haciéndola exiliar, intentando destruirme moralmente, desprestigiando con miles de millones de pesos mi nombre ante la sociedad colombiana", dijo Petro. Petro y Avellaneda elaboraron con vistas al pleno del Senado un cuestionario que, entre otras, pregunta "quién ordenó tales interceptaciones" y "cuáles han sido las decisiones de carácter administrativo" adoptadas para afrontar esta crisis. Las preguntas están dirigidas al director del DAS, Felipe Muñoz; el ministro del Interior y de Justicia, Fabio Valencia, y el director administrativo o secretario general de la Presidencia, Bernardo Moreno. Muñoz coincidió hoy con Petro en uno de los salones del Congreso en el que estaba prevista una sesión conjunta de las comisiones del Senado y la Cámara de Representantes, que gestionan un proyecto de reforma de la central de inteligencia. La estructura del DAS no es la adecuada para Colombia, consideró Muñoz, para quien esta entidad tiene una multiplicidad de funciones, a la que le faltan controles y que, al mismo tiempo, tiene funciones de inteligencia y de policía judicial. "Aquí hay un problema estructural de muchos años, (y) estamos asistiendo simplemente al juicio histórico de una entidad que tiene que cambiar de una vez por todas", declaró el director del DAS. El proyecto de reforma establece la creación de la ya llamada Agencia Central de Inteligencia de Colombia (ACI) y la entrega al jefe del Estado de facultades extras para esta reestructuración. El opositor Petro consideró que en Colombia "se necesita una inteligencia civil y, además, dedicada a la lucha contra las más grandes organizaciones mafiosas de Colombia infiltradas en el Estado, y por eso el DAS es necesario". En este sentido, Petro sostuvo que lo que quiere el Ejecutivo con su proyecto de reestructuración "es echar (despedir) a la señora de los tintos (que sirve el café) para quitar las evidencias de lo que el mismo Gobierno hizo dentro del DAS".