Cirugías cerebrales para tratar trastornos psiquiátricos: ¿cómo funcionan?

Colombia

En diálogo con La W, la neurocirujana Cristina Torres Díaz, quien es especialista en Neurocirugía Funcional del Hospital Ruber Internacional de Madrid, explicó en La W cómo se realizan las operaciones para tratar trastornos psiquiátricos.

Según Torres, a través de electrodos es posible tratar trastornos afectivos, obsesivo-compulsivos o esquizofrenia entre otros. Incluso, añade, también podría tratarse la tristeza, la ansiedad o la depresión.

La neurocirujana afirmó que el riesgo quirúrgico de este procedimiento no es muy grande, ya que consiste en hacer un agujero pequeño e introducir un electrodo en un punto exacto del cerebro, lo que puede tener un riesgo de uno por mil de que haya una complicación grave, como un hematoma cerebral.

“El dónde están las emociones no es algo reciente, (pues) hace décadas se sabía ubicar de dónde vienen el miedo o la ansiedad: se llama circuito límbico”, explicó Torres.

Lo novedoso, según la neurocirujana, es que ha sido estudiado de manera muy precisa y, por ejemplo, se ha localizado que la zona de la tristeza es la región frontal porque se ha visto que cuando a una persona le practican un PET (tomografía por emisión de positrones), se activa esa zona en quienes sufren de tristeza aguda.

Por eso, explica: “Cuando hay depresión, esa zona siempre esta activada y cuando el paciente toma un fármaco y la depresión remite, esa zona se desactiva”.

De este modo, la neurocirujana explicó que los pacientes que sufren de una depresión aguda que no cede con fármacos, no tienen hoy por hoy una solución.

“Lo que hacemos es introducir un electrodo de un milímetro de diámetro que introduce una pequeña corriente y regulariza el metabolismo de esa zona. El paciente mejora mucho a nivel de ánimo, digamos que se normaliza”, indicó.

La experta también admitió que es una forma “un poco simplista de decirlo”, añadiendo que esa zona del cerebro está conectada con muchas otras y entre todas regulan las emociones de una persona. Incluso, agregó, antes se hacían una especie de bloqueos físicos a esos circuitos.

Sin embargo, aclaró que este tipo de procedimientos solamente son practicados en personas que no han tenido una solución efectiva a su trastorno: “Una depresión muy grave, que no responde a otros tratamientos, sí es operable”.

Escuche la entrevista a la neurocirujana Cristina Torres en La W: