Un auxiliar de Bolsonaro admite que estuvo en el golpe de enero, pero alega “curiosidad”

Un sargento que integró el equipo de auxiliares del expresidente brasileño Jair Bolsonaro admitió el pasado jueves ante una comisión parlamentaria que participó en la asonada del pasado 8 de enero contra el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, aunque alegó una mera “curiosidad”.

Luis Marcos dos Reis, sargento del Ejército que era colaborador del teniente coronel Mauro Cid, antiguo edecán de Bolsonaro, intentó minimizar el hecho y explicó que fue al centro de Brasilia en medio de los desórdenes por “curiosidad” y tras “ver por televisión” que eran asaltadas las sedes de la Presidencia, el Parlamento y la Corte Suprema.

“Fue un error”, reconoció dos Reis ante la comisión que investiga esos sucesos, a la que no supo explicar unos mensajes en claro tono de celebración que envió a algunos amigos en medio de la asonada, aunque se dijo arrepentido.

“Estamos aquí defendiendo al país”, “cada uno tiene que hacer su parte”, “rompieron todo” y “rasgaron las togas de esos ladrones”, en alusión a los jueces del Supremo, decían algunos de esos mensajes, obtenidos por la Policía en el teléfono del sargento.

Dos Reis también dejó un mar de dudas sobre el movimiento de su cuenta bancaria, por la que en los últimos meses de 2022 pasaron 3,5 millones de reales (729.000 dólares o 673.000 euros), incompatibles con su salario de suboficial, según las autoridades fiscales.

Entre otras justificaciones, habló de unos préstamos de “personas conocidas” o dinero recibido de amigos para inversiones que hacían en conjunto, pero no terminó de convencer a los parlamentarios.

Dos Reis está en prisión desde mayo pasado, sospechoso de haber participado junto con el exedecán Mauro Cid en falsificaciones de certificados de vacunación contra el COVID emitidos en favor de Bolsonaro y algunos de sus familiares.

Esa investigación, sin embargo, desveló posibles nexos de Cid y Dos Reis con los campamentos de activistas de ultraderecha que, después de las elecciones de octubre pasado, fueron montados a las puertas de muchos cuarteles del Ejército para exigir un golpe que impidiera la investidura de Lula, el 1 de enero.

Frente a la comisión parlamentaria, el sargento reconoció también que visitó uno de esos campamentos en Brasilia, desde el que partió la violenta manifestación que concluyó en los sucesos del 8 de enero, aunque volvió a alegar que lo hizo por una mera “curiosidad”.

Dos Reis negó en forma tajante que parte del dinero que pasó por su cuenta haya sido destinado a financiar esos campamentos, como sospecha la Policía.

También este jueves, el exedecán Mauro Cid compareció ante una comisión de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal de Brasilia que, al igual que el grupo del Congreso nacional, investiga el golpe del 8 de enero.

Cid, sin embargo, se escudó en su derecho a mantenerse en silencio a fin de no incriminarse y declinó responder las preguntas de los legisladores regionales.