En Uribia, indígenas wayúu elaboran mochilas a partir de bolsas plásticas recicladas
160 familias integran Kattoui, un emprendimiento que, desde hace dos años, transforma las bolsas de plástico en material para fabricar mochilas tradicionales. Un ejercicio de empoderamiento femenino y de rescate de la técnica Outajushi y el tejido Kattoui.
El Kattoui y el Outajushi son dos de las técnicas de procesamiento de materia prima y de tejido más características del pueblo indígena wayúu, en La Guajira. Técnicas utilizadas por los sabedores tradicionales de la comunidad para hilar la fibra de la corteza del trupillo y el algodón.
Con el pasar de los años, sin embargo, el auge del hilo procesado y de otras técnicas, como el croché, hicieron que la práctica comenzara a desaparecer. Cada vez eran menos las personas que la utilizaban para la elaboración de sus tradicionales mochilas.
Ante el inminente riesgo de desaparición de este saber ancestral, un grupo de artesanos de Uribia, municipio considerado capital indígena de Colombia, se dió a la tarea de recuperar la tradición adaptándola a una de las problemáticas más fuertes del departamento: la contaminación por el exceso de bolsas de plástico en el territorio.
Olimpia Palmar es una de las artesanas que ha estado desde los inicios del proyecto. Es comunicadora social comunitaria y se define a sí misma como una mujer “tejedora de procesos”. Su liderazgo la llevó a estar al frente de Kattoui, un emprendimiento que fabrica mochilas a partir del plástico que recolectan de 46 familias aliadas y agencias de turismo locales que les hacen llegar el material.
Las mochilas están elaboradas con un 70% de plástico y un 30% de hilo tradicional por 115 familias más. Con todo, Olimpia señala que el proyecto “ha transformado la vida social y familiar de la comunidad”.
De acuerdo con la artesana, para las mochilas pequeñas se utilizan 55 bolsas recicladas; para las medianas 70 y para las grandes un total de 80. La cantidad de material que utilizan, agrega, les demuestra que el emprendimiento siembra una memoria colectiva alrededor del reciclaje. En el caso particular de los sabedores, le da un nuevo valor a esos conocimientos que conservaron por tanto tiempo:
“Muchos de ellos nunca pensaron que saber esta técnica en específico podría representarles algún día una fuente de ingresos. Lo que nosotros hacemos es un ejercicio de reconstrucción de la memoria sociocultural. En cada hebra que se teje se van dejando nuestras historias como pueblo”, señala Olimpia.
En ese sentido, y además de contribuir a mitigar los impactos ambientales que dejan las bolsas plásticas -las cuales pueden tardar hasta 150 años en descomponerse-, Kattui también se ha convertido en la principal fuente de ingreso para muchas mujeres wayúu, garantizándoles empleabilidad, independencia económica y empoderamiento. Ventajas que se ven reflejadas en, por ejemplo, mayor participación en espacios de toma de decisiones.
Paralelamente, los integrantes del proyecto han participado en capacitaciones para fortalecer su asociatividad y desarrollar estrategias para la comercialización de los productos. Su manejo de herramientas digitales, que les ha dado una presencia robusta en redes sociales, es un ejemplo de ello.
Uno de los apoyos que más resalta la comunidad es el prestado a través del programa ‘Juntanza Étnica’ de USAID y ACDI/VOCA a la enramada donde funciona el Centro de Producción Artesanal para la Recuperación del Outajushi y tejido Kattoui, en la comunidad de Waimpiralein. Allí, Olimpia destaca el equipamiento con energía eléctrica, un factor que ha ayudado a que estas eco-artesanas, puedan continuar con sus actividades de tejido en horarios nocturnos.