Polémica por Aguardiente Amarillo: Licorera de Caldas, demandada por competencia desleal

La disputa en torno al Aguardiente Amarillo parece no tener fin. En entrevista con el programa La W de W Radio, Mauricio Velandia, abogado de la Licorera de Cundinamarca, reveló los detalles de una nueva demanda presentada ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).

Sin embargo, esta vez la acción legal no es contra la Licorera de Antioquia, sino contra la Licorera de Caldas, acusándola de competencia desleal.

La Licorera de Cundinamarca alega una serie de comportamientos irregulares por parte de la Industria de Licores de Caldas, entre los cuales destacan las “ventas atadas”. Velandia explica que están obligando a los comerciantes en Cundinamarca a comprar tres botellas de aguardiente cristal u otras marcas para poder acceder al codiciado Aguardiente Amarillo. Este actuar, según la demanda, distorsiona la competencia al posicionar un producto en el mercado de manera indebida.

El segundo punto clave señalado por Velandia se refiere a una presunta campaña publicitaria basada en la historia del producto. Mauricio Velandia argumenta que la Licorera de Caldas ha promocionado el Aguardiente Amarillo como un producto con una rica historia desde 1885, cuando en realidad fue creado en 2019. Esta estrategia, según Velandia, afecta la percepción del consumidor y podría considerarse como una práctica engañosa.

Por otro lado, Mauricio Vélez, gerente de Mercadeo de la Licorera de Caldas, respondió a estas acusaciones durante la entrevista.

Vélez negó categóricamente la práctica de “ventas atadas”, afirmando que, desde junio de este año, ni siquiera han podido ingresar una botella de Aguardiente Amarillo a Cundinamarca debido a restricciones de producción. Además, aseguró que la información sobre la historia del producto se basa en fuentes confiables y no existe intención de engañar al consumidor.

En cuanto a la fecha de creación del Aguardiente Amarillo de Manzanares, Vélez explicó que, aunque la fórmula original data de 1885, la Industria Licorera de Caldas adquirió el producto mucho después. Aclaró que muchas licoreras han adquirido marcas con historias previas y que esto no implica una creación ficticia.

La polémica también alcanzó el ámbito administrativo, ya que se mencionó una resolución de la Gobernación de Cundinamarca que restringe la presencia del Aguardiente Amarillo en la región. Vélez señaló que la empresa no tiene injerencia en dicha resolución y que se trata de un acto administrativo sujeto a revisión judicial.

La Superintendencia de Industria y Comercio será la encargada de resolver este conflicto que ha dejado en entredicho la competencia leal en el mercado del Aguardiente Amarillo. La batalla legal se avecina, y las dos licoreras esperan que la verdad prevalezca ante las acusaciones y defensas cruzadas.