Alerta en Bogotá y Cundinamarca por niveles críticos en embalses

Bogotá

La Corporación Autónoma Regional (CAR) alertó sobre la preocupante situación de los embalses que abastecen de agua y energía a Bogotá y sus alrededores. En una entrevista con La W, el director de la CAR, Alfred Ballesteros, proporcionó datos alarmantes sobre los niveles actuales de los embalses.

Según Ballesteros, el agregado norte registra un 55.40% de sus niveles, el agregado sur un 42.82%, y en Chingaza, el nivel es aún más crítico con un 16.19%. Estos datos reflejan un promedio cercano al 37% en la cuenca alta y media del río Bogotá, situando la situación en una fase preocupante.

El director de la CAR explicó que el punto crítico se considera cuando los embalses caen por debajo del 30%, indicando que se están acercando a un nivel donde las medidas de racionamiento son inevitables. Esta situación se agrava por la falta de lluvias importantes debido al Fenómeno del Niño, lo que compromete la capacidad de recuperación de los embalses en los meses venideros.

Ballesteros señaló que las medidas de ahorro de agua se han implementado desde enero, pero la falta de colaboración por parte de los ciudadanos ha llevado a un aumento en el consumo en lugar de un ahorro. Este panorama, combinado con la escasez de lluvias, plantea un escenario crítico que podría resultar en racionamientos tanto de agua como de energía en los próximos meses.

En cuanto al racionamiento de energía, Ballesteros explicó que se espera una recuperación en abril y mayo con las lluvias estacionales. Sin embargo, si estas lluvias no llegan, el riesgo de desabastecimiento energético se vuelve una realidad no solo para Bogotá sino para todo el país, dado que gran parte de la generación de energía depende de los embalses ubicados en diferentes regiones de Colombia.

Ante esta situación, la CAR insta a la ciudadanía a tomar medidas urgentes de ahorro de agua y energía. Además, se plantea la necesidad de pensar a largo plazo en la construcción de nuevos embalses y en la transición hacia modelos de energía más sostenibles, como la energía eólica, solar e hidrógeno.

El llamado es claro: la colaboración de todos es fundamental para evitar escenarios más críticos en el suministro de agua y energía en Bogotá y sus alrededores.