Un prolongado descanso en la playa no sería tan bueno para la salud como pensamos

En contra de la creencia generalizada, pasar una larga temporada sin hacer nada en una playa paradisíaca no hace más que aumentar nuestros niveles de estrés.

Un prolongado descanso en la playa no sería tan bueno para la salud como pensamos. Foto: Colprensa

Un prolongado descanso en la playa no sería tan bueno para la salud como pensamos. Foto: Colprensa(Thot)

Cuando imaginamos el lugar perfecto para desconectar de nuestras preocupaciones y del día a día, tendemos a recrear la imagen de una playa paradisíaca bajo el sol y ese es un gran error. En contra de la creencia generalizada, retirarse a la costa durante temporada no es precisamente la mejor forma de recuperar energía.

El principal inconveniente de ese tipo de escenarios es que, si no se complementan con otro tipo de ocupaciones, tanto ocio puede acabar resultando perjudicial para nuestros niveles de estrés al contribuir a aumentarlos.

"Pasarse varios días, o muchos, tumbado en una playa no es la mejor manera de recargar las pilas. Pasado un tiempo empiezas a ser presa de la ansiedad y el aburrimiento, y es entonces cuando comienzas a pensar en el trabajo y en todas las cosas que te quedan por hacer cuando regreses a casa. Nada de eso resulta beneficioso para ti. El lugar perfecto de descanso debería ofrecer una variedad suficiente de actividades u ofertas lo suficientemente interesantes como para captar tu atención", apunta la experta en turismo y bienestar Xinran Lehto del centro de turismo y hostelería.

El factor clave a la hora de organizar una escapa que nos ayude a recuperarnos mental y físicamente es la "variedad", entendida como un lugar capaz de fascinarnos en vez de uno que ya conozcamos al dedillo y nos haga sentir a salvo, pero sin estimularnos.

"Una vez que un paisaje concreto consigue atraer tu atención, lo que se conoce como tu atención directa, que supone el tipo de energía mental que necesitas para funcionar de forma correcta mientras estudias y trabajas, se pone en pausa y se activa tu atención indirecta, que es la que se siente atraída por todas esas cosas que te convierten en quien eres. Los veraneantes necesitan sentirse absorbidos por completo y sin esfuerzo por aquello que les rodea, lo que hacen y lo que ven en su lugar de destino".

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