Alemania entierra la recapitalización directa para la banca española
El programa de ayuda europea de hasta 100.000 millones de euros, de los que España solo prevé pedir 40.000 millones, finalizará en junio de 2013.
Alemania enterró la posibilidad de que el Gobierno español pueda beneficiarse de forma retroactiva de la recapitalización directa y evitar así el impacto que esa inyección de capital tendría en las cuentas públicas de España, si bien hay líderes europeos que no se dan por vencidos todavía.
La canciller rechazó que las elecciones de su país en septiembre de 2013 hayan pesado en su mente para descartar la recapitalización directa para la banca española por la dificultad que supondría explicárselo a su electorado y ante el Bundestag (Parlamento alemán).
"La banca española acaba de ser sometida a una evaluación internacional. Tiene unas necesidades de capital que se han determinado ahora y un programa a través del cual será recapitalizada. Hasta ahí todo está decidido y ahora España solo tiene que pedir los tramos correspondientes", explicó.
El programa de ayuda europea de hasta 100.000 millones de euros, de los que España solo prevé pedir 40.000 millones, finalizará en junio de 2013.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, dijo por su parte que para España "tampoco es la preocupación más importante" y que no le preocupa el efecto de las ayudas europeas a las entidades españolas en la deuda, pues éstas supondrían un 4 % del PIB.
La negativa de Alemania no solo supone un jarro de agua fría para España, sino también para Irlanda, que aspiraba a beneficiarse igualmente de la recapitalización directa retroactiva para su banca.
Desde enero de 2013, cuando debe estar la base legal para el supervisor, hasta junio, cuanto termine el programa español, hay seis meses de plazo que permiten a algunos líderes mantener la esperanza de que la recapitalización llegue aún así para España.
Así, el primer ministro italiano, Mario Monti, se mostró hoy confiado en que "en cierto punto de 2013" el supervisor bancario alcance una operatividad "efectiva" y permita que ya ese año haya recapitalizaciones directas de la banca en problemas.
Otras fuentes diplomáticas situaron este plazo en el horizonte de 2014.
El presidente francés, François Hollande, argumentó en la misma línea, porque también ve la posibilidad de que haya recapitalización directa "a lo largo de 2013".
La postura de Alemania contrasta con el espíritu del acuerdo logrado en la cumbre del pasado 29 de junio, cuando se acordó la recapitalización directa y la necesidad de romper el círculo vicioso entre la banca y la deuda soberana -mediante la retroactividad-, en lo que fue un pacto hecho a medida para España.
El servicio jurídico del Consejo Europeo encuentra, además, serios obstáculos para dotar al Banco Central Europeo (BCE) de poderes de supervisión directa y para la participación de los países de fuera del euro en el sistema de votación, aunque Merkel dijo que le han asegurado que "parece posible" legalizar el mecanismo sin cambiar los Tratados.
La alternativa que ofrece es la creación de una junta específica que incluya a todos los países que quieran participar en la supervisión, que discutiría y votaría las decisiones, aunque el visto bueno final dependerá de los miembros del BCE.
La canciller rechazó que las elecciones de su país en septiembre de 2013 hayan pesado en su mente para descartar la recapitalización directa para la banca española por la dificultad que supondría explicárselo a su electorado y ante el Bundestag (Parlamento alemán).
"La banca española acaba de ser sometida a una evaluación internacional. Tiene unas necesidades de capital que se han determinado ahora y un programa a través del cual será recapitalizada. Hasta ahí todo está decidido y ahora España solo tiene que pedir los tramos correspondientes", explicó.
El programa de ayuda europea de hasta 100.000 millones de euros, de los que España solo prevé pedir 40.000 millones, finalizará en junio de 2013.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, dijo por su parte que para España "tampoco es la preocupación más importante" y que no le preocupa el efecto de las ayudas europeas a las entidades españolas en la deuda, pues éstas supondrían un 4 % del PIB.
La negativa de Alemania no solo supone un jarro de agua fría para España, sino también para Irlanda, que aspiraba a beneficiarse igualmente de la recapitalización directa retroactiva para su banca.
Desde enero de 2013, cuando debe estar la base legal para el supervisor, hasta junio, cuanto termine el programa español, hay seis meses de plazo que permiten a algunos líderes mantener la esperanza de que la recapitalización llegue aún así para España.
Así, el primer ministro italiano, Mario Monti, se mostró hoy confiado en que "en cierto punto de 2013" el supervisor bancario alcance una operatividad "efectiva" y permita que ya ese año haya recapitalizaciones directas de la banca en problemas.
Otras fuentes diplomáticas situaron este plazo en el horizonte de 2014.
El presidente francés, François Hollande, argumentó en la misma línea, porque también ve la posibilidad de que haya recapitalización directa "a lo largo de 2013".
La postura de Alemania contrasta con el espíritu del acuerdo logrado en la cumbre del pasado 29 de junio, cuando se acordó la recapitalización directa y la necesidad de romper el círculo vicioso entre la banca y la deuda soberana -mediante la retroactividad-, en lo que fue un pacto hecho a medida para España.
El servicio jurídico del Consejo Europeo encuentra, además, serios obstáculos para dotar al Banco Central Europeo (BCE) de poderes de supervisión directa y para la participación de los países de fuera del euro en el sistema de votación, aunque Merkel dijo que le han asegurado que "parece posible" legalizar el mecanismo sin cambiar los Tratados.
La alternativa que ofrece es la creación de una junta específica que incluya a todos los países que quieran participar en la supervisión, que discutiría y votaría las decisiones, aunque el visto bueno final dependerá de los miembros del BCE.