[Opinión] Impotente
La periodista de La W Radio, Claudia Palacios, hace una reflexión sobre la actitud del ciclista Lance Armstrong en la entrevista en que confesó que se había dopado.
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[Opinión] Impotente(Thot)
Como si no fuera un símbolo de su engaño, Lance Armstrong salió en la entrevista con Oprah Winfrey portando la manilla con la que respaldamos su liderazgo y lo aceptamos como modelo a seguir. Ofensa que habla más que todo lo que dijo y no dijo en el programa. Burla que no han entendido quienes aprecian que haya confesado que sí se dopó.
¿Acaso no era lo mínimo que debía a hacer? Como si su mentira no le hiciera daño a la confianza, valor elemental para el buen funcionamiento de una sociedad, Armstrong, con su lenguaje corporal, con la manilla que decidió portar para la entrevista, nos dice que no le importa habernos defraudado. Por eso no me cabe duda de que si él pudiera echar el tiempo atrás, se volvería a dopar, nos volvería a mentir.
Sigue siendo un ícono, claro, ya no por su altruísmo y constancia que representan a tantos seres humanos anónimos, sino por su egoísmo e individualismo, propio de otros tantos ciudadanos menos anónimos que buscan el poder para beneficio propio aunque se lleven por delante a todo el mundo. ¿Acaso no hacen lo mismo los políticos corruptos, los empresarios que roban, los funcionarios públicos que defraudan?
Pero la mentira de Armstrong no tiene consecuencias penales, no hay legislación que lo contemple. Por eso mi impotencia, porque el máximo castigo que podemos darle, el del escarnio público, la pérdida de sus títulos y contratos, es poco para el daño que le ha hecho a la confianza que necesitamos para vivir en un mundo sano. Perdimos una oportunidad de eacarmentar.
Otra cosita.
Las 3 mujeres del gabinete de Enrique Peña Nieto, en México, ganan menos que los hombres. 4.000 dólares mensuales menos en promedio. ¿Distará esto mucho del informe que publica la OMS sobre violencia contra la mujer en 12 países de Latinoamérica? Hasta un 53 por ciento dijo haber sido maltratada y un 82 por ciento de ellas con lesionea físicas. En esto sí que no me declaro impotente.
¿Acaso no era lo mínimo que debía a hacer? Como si su mentira no le hiciera daño a la confianza, valor elemental para el buen funcionamiento de una sociedad, Armstrong, con su lenguaje corporal, con la manilla que decidió portar para la entrevista, nos dice que no le importa habernos defraudado. Por eso no me cabe duda de que si él pudiera echar el tiempo atrás, se volvería a dopar, nos volvería a mentir.
Sigue siendo un ícono, claro, ya no por su altruísmo y constancia que representan a tantos seres humanos anónimos, sino por su egoísmo e individualismo, propio de otros tantos ciudadanos menos anónimos que buscan el poder para beneficio propio aunque se lleven por delante a todo el mundo. ¿Acaso no hacen lo mismo los políticos corruptos, los empresarios que roban, los funcionarios públicos que defraudan?
Pero la mentira de Armstrong no tiene consecuencias penales, no hay legislación que lo contemple. Por eso mi impotencia, porque el máximo castigo que podemos darle, el del escarnio público, la pérdida de sus títulos y contratos, es poco para el daño que le ha hecho a la confianza que necesitamos para vivir en un mundo sano. Perdimos una oportunidad de eacarmentar.
Otra cosita.
Las 3 mujeres del gabinete de Enrique Peña Nieto, en México, ganan menos que los hombres. 4.000 dólares mensuales menos en promedio. ¿Distará esto mucho del informe que publica la OMS sobre violencia contra la mujer en 12 países de Latinoamérica? Hasta un 53 por ciento dijo haber sido maltratada y un 82 por ciento de ellas con lesionea físicas. En esto sí que no me declaro impotente.
