Internacional

Perú defiende ante CIJ una frontera equidistante con Chile

"Chile no ha dicho ni una palabra acerca del cálculo de la línea propuesta por Perú (...), lo que demuestra una estrategia de litigio deliberada", dijo el abogado Bundy.

El Gobierno de Perú defendió en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) el principio de equidistancia para redefinir su frontera marítima con Chile, que, a su juicio, no ha podido rebatir en la fase escrita del proceso la "equidad" de dicha propuesta.

"Chile no ha dicho ni una palabra acerca del cálculo de la línea propuesta por Perú (...), lo que demuestra una estrategia de litigio deliberada", dijo el abogado de la delegación de Lima, Rodman Bundy, ante los jueces del alto tribunal de Naciones Unidas en la primera vista oral del juicio.

En declaraciones, el embajador de Perú en Holanda, Allan Wagner, evaluó que su país ha hecho "una buena presentación, concreta, abordando los temas técnicos y al mismo tiempo expresando cuáles son los puntos fundamentales que sustenta la posición peruana".

Aclaró también que uno de los objetivos de llevar el caso a La Haya se encuadra "en la perspectiva de poner este tema en la agenda con Chile y fortalecer aún más nuestras relaciones".

Perú y Chile mantienen un litigio en la CIJ, con sede en La Haya, desde 2008, cuando las autoridades de Lima denunciaron a las de Santiago ante ese órgano internacional de justicia para que el tribunal se pronuncie sobre la frontera marítima entre los dos países.

Lima argumenta que la frontera marítima en el océano Pacífico con su vecino todavía tiene que ser fijada, y Santiago de Chile estima, por su parte, que esa frontera ya se delimitó en acuerdos bilaterales firmados en la década de los cincuenta.

En declaraciones a la prensa y en respuesta a la posición peruana, la profesora de la Universidad de Chile y miembro de la delegación de ese país María Teresa Infante dijo que "el punto central (del caso) es la existencia y la validez de los límites que han sido establecidos por acuerdos entre los dos países".

En la primera de las vistas orales del contencioso, el embajador de Perú en Holanda, Allan Wagner, aclaró que esos acuerdos no fueron firmados para establecer una frontera en el mar porque se limitan a "arreglos de naturaleza práctica e índole provisional firmados para fines específicos".

Para Lima, las convenciones firmadas en 1952 y 1954 con Chile y Ecuador tenían como objetivo "proteger los derechos marítimos y de pesca" de los tres países en su zona de 200 millas a partir de la costa ante la explotación extranjera de recursos pesqueros, entre ellos la de ballenas.

Wagner recordó que su país pide a la CIJ primero que delimite la frontera marítima entre Perú y Chile con una línea equidistante que parta del Punto Concordia, que para Lima marca el final de la frontera terrestre.

Además, puntualizó que también pide al tribunal que "aclare los derechos de Perú" sobre una zona de unos 28.000 kilómetros cuadrados (que Perú ha bautizado como "Triángulo Exterior") que está dentro de las 200 millas de su "línea base", pero más allá de las 200 millas de Chile.

"Es incomprensible cómo Chile puede impugnar estos derechos", estimó Wagner ante los jueces.

También indicó que en la fase escrita del proceso Chile tuvo que "renunciar" a su visión inicial de que la frontera terrestre finalizaba "tierra adentro", en el punto conocido como "Hito 1" en lugar de en Punto Concordia, en la costa.

El abogado de la delegación peruana, Alain Pellet, mantuvo que el caso propuesto por Lima "es sencillo" pero que "Chile se empeña en presentarlo de manera difícil al centrarlo en la vigencia de tratados".

En referencia al fallo del pasado 19 de noviembre por el que la CIJ redefinió los límites marítimos entre Nicaragua y Colombia, Pellet recordó en la sala del tribunal que es "una práctica común" que el Derecho Internacional aplique en casos de fronteras un método de delimitación de una línea equidistante.

Indicó también que esa línea es susceptible de ser modificada siguiendo criterios de proporcionalidad por ejemplo respecto a la longitud de las costas, que fue por lo que la CIJ concedió el pasado noviembre un área considerable de mar a Nicaragua en detrimento de Colombia, a la que otorgó la soberanía de las islas de San Andrés.

"En el caso que nos ocupa", dijo Pellet, "no hay razón para no establecer una línea de equidistancia ni razones de ajuste de la misma".

En este sentido, el jurista de la delegación peruana Rodman Bundy apuntó que la longitud de las costas de Perú y Chile son casi iguales (475 kilómetros en el caso del primero y 446 en el del segundo).

"La línea de equidistancia satisface la prueba de desproporcionalidad y produce un resultado equitativo", dijo el letrado a favor de los argumentos peruanos.

Perú continuará mañana con la exposición de sus argumentos en la primera ronda de intervenciones, mientras que Chile hará lo propio el jueves y viernes.

Ambos países concluirán sus alegaciones orales ante los jueces la próxima semana, siendo el turno de Perú el martes y el viernes el de Chile.

 

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