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Sueldo mínimo y falta de dignificación: las malas condiciones de profesores en ICBF

Dos profesoras relataron las malas condiciones laborales y la poca remuneración económica que reciben por parte del operador que las contrata.

Fachada del ICBF. Foto: Colprensa

Fachada del ICBF. Foto: Colprensa

Docentes que prestan sus servicios en colegios y jardines infantiles del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar le piden a la institución, al Ministerio de Educación y al Ministerio de Trabajo que mejoren sus condiciones laborales, pues pese a su formación académica y experiencia en las aulas de clase, su trabajo se ve remunerado con el mínimo y ni siquiera alcanzan a tener retribución de acuerdo al escalafón docente.

A propósito, Jaidy Lucia Mitano, licenciada en pedagogía infantil, habló con Sigue La W y relató cómo son las condiciones laborales a las que se someten diariamente.

Al menos deberían pagaron el salario que está ante la ley, pero lamentablemente nos pagan el mínimo o $1.239.000. Esto lo desgasta a uno emocional, física y psicológicamente. A veces nos toman hasta 24 niños, entre ellos niños de inclusión, con educación especial”, mencionó.

Incluso, Mitano expresó que el trato que les dan es “precario”.

“Nos tratan como si fuéramos las niñeras y las que cambian pañal, pero donde un niño se llegue a golpear nos recae toda la responsabilidad sobre las profesoras, pero el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar nos dice que somos ‘cuidadoras’, ¿cuáles cuidadoras?”

“Nosotros les enseñamos a los niños valores, somos ese pilar para la vida, pero dicen que somos eso. Les enseñamos a los niños valores, a que aprendan a respetar, a que vayan al baño”, indicó.

Asimismo, contó cómo ha sido su preparación para educar a los niños del ICBF, pero mencionó otros aspectos dificultan su labor docente.

“Me hice profesional al ser mayor. Me ha tocado trabajar incluso los domingos y así les ha tocado a muchas mujeres profesionales, les ha tocado dejar sus hijos en la casa. Gracias a Dios hemos tenido el trabajo, pero nos toca llevar el desayuno y el almuerzo, además de trasladarnos muy lejos en ocasiones”, comentó.

De igual manera, señaló que “la dignificación del docente no se ve reflejada”, pues deben esperar hasta un año para que solamente los postulen en una de las vacantes.

Por otro lado, afirmó que los contratos no son directamente con el ICBF, sino que son operadores. “De ahí es que parte que a uno no le paguen lo del escalafón”.

Por estas razones le hizo un llamado al Ministerio de la Educación para que hagan leyes que les ayudan a los maestros en su trabajo. “No estamos cuidando cosas, estamos ayudando a formar la niñez”.

Por su parte, Andrea Garzón, docente de preescolar y líder gestora de Ciudad Bolívar, también conversó con Sigue La W sobre su situación laboral y su experiencia en el ICBF, institución en la que trabajó por seis años.

“Llevo más de 15 años de docencia en donde con esfuerzo uno trabaja para estudiar y mejorar su nivel educativo para que se formen (los niños) con conocimientos básicos, y ese es una de las limitantes del ICBF”, aseguró.

Además, relató que si presentaban alguna queja al operador que las contrataba, la respuesta era: “si no le gusta, si no le sirve, busque otros operadores”, cosa que al final le tocó hacer.

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