Al Oído: El país exige saber qué está pasando con el presidente Gustavo Petro

¿Dónde está el presidente Gustavo Petro?

Cerramos esta semana Al Oído de la preocupación que aumenta en cada uno de los colombianos y que está relacionada con la pregunta sobre qué está pasando de fondo con el presidente Gustavo Petro.

Ayer, 24 de agosto, presentó un nuevo incumplimiento en su agenda. Por supuesto que el presidente tiene derecho a descansar o a enfermar, pero es que ya se acumulan 84 cancelaciones. ¿Será que existe algún quebranto de salud?

La reunión a la que faltó era bastante importante, porque era precisamente para tratar el alarmante incremento de la violencia en la región Pacífico. Por eso, los gobernadores pensaron estar priorizados.

Ya es momento de que los colombianos conozcamos la causa de las ausencias, incapacidades e incumplimientos de Petro.

¿Qué pasa con el presidente? Es la pregunta que todos nos estamos haciendo. Lo que arrancando el Gobierno parecía un desorden de agenda e improvisación, hoy es realmente preocupante. No es solo la impuntualidad, es lo que hay detrás de tantas desapariciones.

Laura Sarabia, exsecretaria privada, es la persona que más se extraña en el Gobierno, ya que era quien lograba ayudar con la agenda del presidente Gustavo Petro y mantenerlo “al día”.

El panorama del país exige que el Gobierno esté fuerte y unido. Exige que el presidente empiece a robustecer sus políticas y evidenciar un fortalecimiento en procesos que empiecen a generar ultimátum a quienes no cumplan con la confianza en las mesas de diálogo. Hoy han aumentado el desplazamiento forzado, el microtráfico, el hurto, los homicidios y los secuestros.

Ojalá que, en el Congreso, en lugar de jugar a mirarse en un espejo unos y otros a ver cuál tiene más o menos privilegios, entendieran que tenemos verdaderas necesidades y crearan una comisión que presente alternativas para mejorar la seguridad de todos.

Esto no va a mejorar a punta de bodegas, logrando tendencias y numerales agresivos de quienes gradúan como abogados. Atacar la libertad de prensa en Colombia no va a tapar la realidad que estamos viviendo.