Preocupante hallazgo: mujeres evitan minifaldas por temor a acoso sexual
Un estudio de la Universidad Manuela Beltrán reveló que cada vez más mujeres están optando por dejar de utilizar minifaldas debido al riesgo de acoso sexual.
Imagen de referencia. Foto: GettyImages / aire images
Un estudio reciente llevado a cabo por la Universidad Manuela Beltrán reveló que cada vez más mujeres están optando por dejar de utilizar minifaldas debido al riesgo de acoso sexual que conlleva esta prenda de vestir. Según la investigación, seis de cada 10 mujeres han experimentado acoso en algún momento de sus vidas mientras llevaban minifalda.
La encuesta, en la que participaron alrededor de 600 mujeres, arrojó resultados alarmantes. Un abrumador 59.8% de las encuestadas estuvo de acuerdo en que “el uso de minifalda aumenta el riesgo de sufrir acoso sexual en espacios públicos”. Un 28.6% no tomó posición al respecto, mientras que un 11.6% manifestó su desacuerdo con esta afirmación.
La psicóloga forense Paula Amaya, aseguró en Sigue La W que “las mujeres hemos dejado de utilizar una prenda que es tan icónica durante tantos años para nosotras porque existe el miedo a sentirnos vulnerables, incómodas y, en general, acosadas.”
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El estudio también identificó los lugares donde las mujeres se sienten más inseguras al usar minifalda. El transporte público encabeza la lista, con un 41.2% de las mujeres sintiéndose inseguras, un 29.6% vulnerables y un 25.4% expuestas. Las calles también representan un riesgo, con un 34.7% sintiéndose expuestas, un 26.7% incómodas y un 21.9% vulnerables.
Otro dato sorprendente fue que el 75.9% de las mujeres se sienten incómodas al usar minifalda en centros religiosos. En contraste, los centros comerciales y lugares de entretenimiento nocturno son los lugares donde podrían usar esta prenda con mayor tranquilidad.
Karla Pérez, abogada en SISMA Mujeres, también compartió su perspectiva: “Si bien es cierto que algunas formas de vestir pueden producir acoso sexual, este acoso no depende de si usas o no esta prenda, porque hemos tratado casos en donde han sido acosadas con cuello de tortuga. La violencia llega a través de todos estos patrones de discriminación hacia las mujeres. Hay que trabajar en la transformación cultural en donde más allá de la forma de vestir, nadie tiene que opinar sobre nuestros cuerpos.”
