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70 campesinas fortalecen su liderazgo y calidad de vida con este programa de bienestar

Mariela Mahecha, productora de caña panelera, es una de las mujeres que ha desarrollado sus capacidades gracias al acompañamiento del Programa Bienestar Rural, una iniciativa de Compensar en Cundinamarca.

En el programa de Desarrollo Rural participan alrededor de 70 mujeres de Yacopí, Caparrapí, Guaduas y Nilo, en Cundinamarca. | Foto: cortesía

La vereda Montaña Negra, en el municipio de Guaduas, es conocida por su larga vocación panelera. Allí, alrededor de trece campesinos, conforman la Asociación Agropecuaria Montaña Negra, un proceso comunitario que se consolidó entre 2006 y 2010 con el objetivo de organizar y promover la producción de caña en el territorio.

Entre ellos está Mariela Mahecha, de 56 años y, quien además de ser productora de caña, se desempeña como tesorera de la asociación. Relata que es oriunda de La Peña, Cundinamarca, pero se radicó en Guaduas con su familia a mediados de los años 80.

Tiempo después de su llegada, la comunidad notó sus habilidades de liderazgo y su vocación por el servicio social, por lo que le propusieron participar en la Junta de Acción Comunal, donde ocupó el cargo de representante legal por varios años.

“Mi vida siempre ha sido en el campo. Mi mamá se esforzaba mucho para sacarnos adelante. Yo estudié hasta tercero de primaria, luego me fui a trabajar a Bogotá y regresé al campo a los 15 años, también a una finca de caña. Mi trabajo con la asociación comenzó ya mayor, por allá en el 2005, cuando llegaron desde la administración con un motor, vasijas y trapiche para que nos organizáramos como asociación de paneleros”, comenta.

El Programa de Desarrollo Rural de Compensar cuenta con un componente de género que brinda capacitaciones para que las mujeres puedan reforzar sus habilidades de liderazgo e idear emprendimientos para el desarrollo de sus territorios. | Foto: cortesía

El deseo de mejorar su calidad de vida y la de su comunidad la llevaron a estar en los principales espacios de representación de la asociación. Ésta empezó a recibir apoyos de organizaciones que llegaron a la vereda con proyectos para fortalecer el proceso organizativo, como el Programa de Desarrollo para la Paz de Magdalena Centro y el Programa de Bienestar Rural de Compensar.

Claudia Romero, especialista de Proyectos Sociales en Compensar, explica que lo primero que hicieron fue apoyar la línea productiva de las familias a través de un acompañamiento técnico que incluía, por ejemplo, capacitaciones con ingenieros de alimentos y agrónomos.

Los integrantes de la Asociación aprendieron sobre seguridad y salud en el trabajo, emprendimiento, economías solidarias y planificación de producción, entre otros puntos:

“Con estos talleres uno se capacitó no solo en ventas y producción, sino también en la parte humana. Es ahí donde se ven los cambios, porque uno empieza a valorar el trabajo que hace como mujer tanto en el hogar como en la asociación. En mi vida hubo un cambio total”, asegura Mariela.

En total son 70 mujeres en Cundinamarca que se han beneficiado con este programa que busca dejar capacidad instalada en los territorios para que las propias comunidades puedan continuar con sus procesos. | Foto: cortesía

El Programa Bienestar Rural de Compensar nació en el 2016 como una apuesta para sumarse a la consolidación del Acuerdo de Paz firmado en ese momento, con especial enfoque en el punto 1, que hace referencia a la Reforma Rural Integral.

A medida que avanzaban en las capacitaciones, las mujeres de la comunidad comenzaron a manifestar sus ganas de recibir una formación enfocada en el desarrollo de sus habilidades y competencias. Fue así como Compensar se dio a la tarea de desarrollar espacios seguros para trabajar con ellas en temas de liderazgo, autocuidado, sororidad y empatía.

“Creamos espacios seguros para que pudieran desahogarse, porque algunas son cabeza de familia y tienen la responsabilidad de direccionar la asociación. El proceso con mujeres rurales se ha encaminado a fortalecer sus habilidades como lideresas y sus capacidades como emprendedoras en sus territorios”, explica Romero.

Hasta el momento, en el programa participan alrededor de 70 mujeres de Yacopí, Caparrapí, Guaduas y Nilo. En Guaduas, Mariela y otras diez mujeres están a la espera de iniciar un taller de tejido que las ayudará a diversificar sus actividades e ingresos a futuro.

“Con este proyecto de Asoagropecuaria, el sueño es que nosotras lleguemos a tener un trabajo remunerativo. Quiero que esto quede conformado como una empresa, para que las mujeres en el campo quedemos trabajando con la panela y creando nuevos productos a partir de ella”, explica Mariela, quien celebra que, este año, la asociación se consolidó como proveedor oficial de panela de Compensar.