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Vamos quedados con crédito popular, gobierno nacional debe pasar de discurso al desembolso

El presidente de Asobancaria aseguró que la participación del resto de agentes en al meta de economía popular es absolutamente marginal y pírrica, insistió en que los bancos tienen toda la carga

Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria

Cartagena

Una radiografía sobre cómo avanza la meta de crédito popular que estableció el gobierno nacional, presentó el presidente Asobancaria quien advirtió que no hay avances el objetivo de llegar al millón que representen 4 billones de pesos de cartera.

Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, afirmó que el país esta quedado con la meta del crédito popular; subrayó que gobierno nacional debe pasar de discurso al desembolso, al igual que el resto de jugadores del ecosistema financiero, teniendo en cuenta que toda la carga reposa sobre el sector bancario.

“El gobierno nacional se puso una meta interesantísima, vamos a llegar a un millón de crédito de economía popular que representen 4 billones de pesos de cartera; hoy sólo se ha desembolsado, de los 4 billones, solamente 0.6 billones, de transacciones llevamos 186 mil, es decir vamos quedados en el número de transacciones. Vamos en un 18% y en términos de plata vamos en un 15%, también vamos quedados”, dijo Malango.

Añadió, “quiero hacerle un llamado al gobierno nacional y a los colegas que integran la industria financiera, nosotros tenemos que pasar de los discursos al desembolso. La participación del resto de agentes en la meta de economía popular es absolutamente marginal, es pírrica, de las 186.000 transacciones 170 mil son de los bancos, los bancos tienen absolutamente toda la carga”.

“Desde el punto de vista de crédito a la economía popular, en este país lo han hecho los bancos, quien está mirando la economía popular son los bancos; no la hacen las Fintech, no la hace los postales. Debemos de pasar del discurso de abrazar toda la meta de economía popular y convertirlo en desembolso”, exteriorizó Malagón.

Desde Cartagena fue enfático en decir que, el gobierno nacional lanzó dos instrumentos como el redescuento y la garantía en economía popular poderosos a la hora de desembolsar crédito a una población que no está bancarizada, “de las casi 190 mil transacciones van 2 mil redescuentos, es decir nada; con garantías van 15 mil, es decir nada. Si sumamos los dos menos del 10% se ha activado con los mecanismos de promoción del gobierno”.

“Estos números pueden estallar donde nosotros pasemos de una participación simbólica y logremos vincular a otros agentes del sistema”, puntualizó.

El presidente de Asobancaria sostuvo que, no es posible convertir a Colombia en un país donde se revolucione la economía popular a través del crédito cuando el 94% de la carga la tienen los bancos.

Activando gobierno y activando al resto de jugadores del ecosistema, por supuesto haciendo lo propio los bancos de tratar de ir más rápido podemos rebasar el billón a cierre de año”, expresó.

MUCHO CONSUMO, POCO AHORRO Y POCO CRÉDITO PRODUCTIVO

El presidente de Asobancaria, en el marco del Congreso de Acceso a Servicios Financieros y Medios de Pago, señaló que Colombia está inmersa en el universo de mucho consumo, poco ahorro y poco crédito productivo, lo que tiene al país con indicadores de inversión bajo, sinónimo de preocupación para la industria financiera.

Aseguró que el crédito productivo se vuelve la clave para destrabar mayores niveles de crecimiento de la economía colombiana, “la ilusión de un país que crezca más no logramos materializarlo sin dinamizar el crédito productivo, entre otras porque la caída que hemos visto en el crédito productivo viene acompañada de un descenso en nuestras tasas de inversión. Colombia debería tener tasas de inversión cercanas al 30 para crecer un 4%, la tasa de inversión es un 15 estamos a mitad de camino”.

Reiteró que, no es ilusorio pensar que Colombia puede recuperar tasas de inversión mucho más grande que el 15% del PIB e irse acercando hacía el 29%.

Malangón insistió en que no se puede satanizar el crédito de consumo, pero sí se debe volver la mirada al financiamiento del aparato productivo nacional.