Internacional

Tropical Forest Alliance: el problema de deforestación “que enfrentamos es muy urgente”

Justin Adams, director de esta asociación internacional, señaló que es necesario avanzar y desafiar a las compañías para detener la deforestación antes de 2020.

El director de Tropical Forest Alliance (TFA), Justin Adams. Foto: Agencia Anadolu

El director de Tropical Forest Alliance (TFA), Justin Adams. Foto: Agencia Anadolu(Thot)

Aunque mantiene la esperanza sobre el futuro de los bosques y la biodiversidad, el director de Tropical Forest Alliance (TFA), Justin Adams, no es “irrealista” acerca de cuán desafiante es la situación de deforestación que atraviesa el planeta. 

“El problema que enfrentamos es muy urgente y por ello tenemos que pasar al siguiente nivel y desafiar a las compañías a ir más lejos antes del 2020”, le dijo Adams a la Agencia Anadolu, al término de la cuarta reunión global de TFA que se realizó en Bogotá, Colombia.

Esta es una de las tres conclusiones que para Adams dejaron estos tres días de encuentro entre 150 líderes globales y representantes de alto nivel de gobiernos, empresas y sociedad civil.

El jefe de esta alianza que hace parte del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), también afirmó a modo de balance que “trabajando juntos” se puede lograr mucho más para interrumpir la pérdida de cobertura boscosa a nivel mundial y enfatizó que el liderazgo de los gobiernos es “crítico” para lograr este cometido.

Según indicó, la selva amazónica se enfrenta a una multitud de amenazas y la deforestación “podría duplicarse a 48 millones de hectáreas para 2030, lo que significa que más de una cuarta parte del bioma amazónico estaría sin árboles”.

Para Justin Adams “este es el momento de actuar”, pues alrededor del mundo se siguen perdiendo bosques “en una tasa alarmante”. El año 2018 fue el tercer año en el que se ha registrado mayor pérdida forestal. 

A nivel general, afirma que gran parte de esta problemática, más del 50%, es derivada de la producción de bienes agrícolas, como aceite de palma, soja, productos forestales, etc.

“Pero es diferente en todas partes. En Brasil, la nación que más deforesta, es debido a la expansión de la producción agropecuaria básica, la ganadería particularmente, en parte legal, en parte ilegal. Y aquí en Colombia, las tasas de deforestación han aumentado tras el acuerdo de paz, pero en gran medida por las actividades ilegales: ganadería, silvicultura o minería”, explicó.

A pesar de los retos, afirmó que aunque la situación es desafiante, se mantiene esperanzado de que es posible lograr un cambio. 

“Lo dije en mi conclusión y es que, debemos despertarnos todos los días y recordar cuán grandes son los desafíos para los bosques, para el cambio climático, para la biodiversidad en todo el planeta y para muchos otros temas, como la desigualdad. Estamos trabajando en esto todos los días. Así que esta comunidad está dejando esta reunión con más esperanza y convicción, con el fin de crear un futuro para nuestros hijos y nuestros nietos”, concluyó.

Colombia es una “inspiración” para el mundo

Adams valoró particularmente la situación de Colombia, que en 2017 perdió 219.973 hectáreas de bosques y selvas como consecuencia de la deforestación.

Según él, “Colombia es un país con muchos desafíos”, pero “tan increíble, diverso” y que está tratando de cambiar su relación con la naturaleza, que se convierte en una inspiración para el mundo entero. 

“Con el liderazgo e intención del presidente (Iván) Duque, hay una inspiración para la comunidad en general”, aseguró.

Igualmente se refirió a la situación que atraviesan los bosques en el país por causa de la salida de las extintas Farc de los territorios. Según expertos, debido al acuerdo de paz de 2016 que desarmó a la guerrilla más antigua del continente, se aumentó la pérdida de bosques vírgenes en un 9%, entre 2017 y 2018.

Frente a ello, señaló que en cualquier área que ha estado en conflicto, precisamente la confrontación armada “actúa de forma algo perversa para ayudar a prevenir la deforestación, porque las personas no van a los bosques”.

Así que, después de finalizado un conflicto, “es típico que en muchas áreas la deforestación crezca. Irónicamente, dejamos de luchar contra la gente pero luchamos por los bosques”, lamentó.

En días pasados se conoció un reporte especial del diario El Espectador, titulado ‘La deforestación en Guaviare por fin tiene nombre’, en el que se señala que el gobernador de este departamento, Nebio Echeverry, y dos empresarios cercanos a él, “podrían estar detrás de la tragedia que hoy viven los bosques” en esta región del país.

Al respecto, Adams dijo que aunque no conocía el caso y prefería no pronunciarse específicamente sobre ello, sí apuntó que se trata de un claro conflicto de tierras, por lo que asegurar “territorio y derechos, especialmente para pueblos indígenas o tradicionales, es el primer paso que cualquier gobierno debe hacer para apoyar la conservación”. 

Y al preguntarle sobre el hecho de que esta cuarta reunión de la TFA se realizara en este país, uno de los cinco que más deforesta en el mundo y el tercero de la región, el director afirmó que “toda la Alianza fue muy estimulada por un país que podría haber tomado un camino muy diferente para salir del conflicto, a uno que ahora está tratando de entender cómo cambiar nuestra relación con el bosque y con la naturaleza”.

Justin Adams reconoció las medidas anunciadas por Duque Márquez para combatir algunos de los problemas que atraviesa la nación andina, como mejorar la ejecución y gobernanza en el bosque, al tiempo que elogió la enorme riqueza natural de este país.

Durante su intervención ante las delegaciones de TFA el martes, el mandatario colombiano afirmó que el objetivo de reforestación en el país es llegar a los 180 millones de árboles sembrados en 2022. Y el primer día del encuentro, el ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, notificó la firma de acuerdos con grandes empresas de los sectores cárnico y de lácteos para eliminar gradualmente cualquier huella de deforestación en su producción o en sus proveedores para el año 2025.

“El martes, Colombia ganó el primer premio por el mayor número de aves que se ha contado en el mundo. El fin de semana viajé a Chingaza, a solo una hora y media de Bogotá, el más extraordinario y hermoso ecosistema de páramo, de donde proviene al menos el 75% de agua para Bogotá. Sin embargo, la gente no se conecta con la naturaleza. Parte de lo que debemos alentar en Bogotá y Colombia es salir y disfrutar de la extraordinaria belleza que tienen”, subrayó.

El compromiso de las empresas en la conservación

Durante los primeros tres días de esta semana, líderes globales y representantes de gobiernos, sociedad civil y empresas del mundo se reunieron a puerta cerrada en varios paneles para compartir experiencias, prácticas e iniciativas tendientes a lograr cadenas de suministro libres de deforestación y crecimiento a través del desarrollo rural sostenible.

Y aunque la participación de gobiernos, sociedad civil y pueblos indígenas es primordial, no podría lograrse mucho sin el papel del sector privado. Así lo confirmó Christine McGrath, vicepresidenta y jefa de Impacto Global, Sustentabilidad y Bienestar de Mondelēz International, una multinacional estadounidense que tiene entre sus marcas a Toblerone, Milka, Oreo o Chips Ahoy.

“Los consumidores se están involucrando más. ¡Nadie quiere comerse un trozo de chocolate y sentirse mal por ello! Creo que colectivamente podemos lograr mejores casos de negocios", dijo McGrath durante uno de los paneles en Bogotá.

Además, la vocera de la compañía de comestibles resaltó que “las empresas tienen un papel que desempeñar en la eliminación de la deforestación”, pero aclaró que no pueden hacerlo solos. 

“Las empresas no pueden resolver esto por sí solas y la colaboración jurisdiccional con los gobiernos locales es fundamental, dado el papel que desempeñan en el desarrollo y la aplicación de políticas de uso de la tierra. Solo con el trabajo conjunto de la industria, el gobierno, los agricultores y las comunidades ofreceremos soluciones sostenibles que funcionen en el contexto de las economías locales, las infraestructuras y las necesidades de la comunidad”, agregó al declararse entusiasmada con el enfoque de TFA.

Justamente el 30 de abril pasado, Mondelēz se comprometió a integrar para 2025 el 100% del cacao para sus marcas de chocolate a través de su programa ‘Cocoa Life Sustainability’, que apoya a agricultores y comunidades locales en seis países y que contribuye a prevenir la deforestación.

A pesar de los compromisos y los avances logrados, Tropical Forest Alliance advierte que la producción agropecuaria comercial de productos como el aceite de palma, la soja y la carne sigue siendo la principal causa de pérdida de bosques. 

Durante cada minuto de 2017 se perdió el equivalente a 40 campos de fútbol de bosques tropicales. En 2018, la tendencia continuó y se perdieron 3,6 millones de hectáreas de bosque lluvioso primario, un área del tamaño de Bélgica.

Según el último informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por su siglas en inglés), aproximadamente el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero están vinculadas a la deforestación.

Al cerrar la cuarta reunión global de TFA, Adams anunció que el próximo encuentro tendrá lugar en Yakarta, Indonesia, en 2020.

La TFA fue fundada en 2012 en la cumbre Río+20. Ahora tiene presencia en 33 países y cuenta con más de 150 socios que participan activamente en el avance de la agenda de conservación forestal.

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