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Santa Catalina: un encantador Hotel Boutique en la Ciudad Amurallada

Esta novedosa oferta es única en el centro histórico de Cartagena, pues combina en un mismo espacio la arquitectura colonial con el estilo del art déco.

Santa Catalina.

Santa Catalina.(Thot)

El Hotel Santa Catalina es un espacio conciliador de historias, culturas, negocios y momentos maravillosos. Los huéspedes encuentran muy cerca de este moderno Hotel Boutique toda la oferta cultural y gastronómica de la Ciudad Amurallada y, en sus confortables instalaciones, una experiencia inspiradora. Tel (57 5) 6517099- Cra.6 # 32 - 62 Calle del Candilejoreservassantacatalina@oxohotel.com

La gerencia del Santa Catalina Hotel está a cargo de Rossana Chávez Pérez, una samaria vital y carismática, cuya experiencia en servicios de lujo ha sido la marca de éxito de otros tres hoteles operados por oxoHotel: Sophia Hotel y Casa Cochera del Gobernador en Cartagena, posicionados en tiempo récord, y 84 DC en Bogotá. Su profesionalismo, sensibilidad y  magia para conquistar a los exigentes huéspedes extranjeros, la convierten en la persona ideal para asumir el reto de gerenciar este hotel.

OxoHotel Líder en la Ciudad Amurallada

Con la apertura de Santa Catalina Hotel, oxoHotel suma su 5º hotel de lujo en la Ciudad Amurallada y se consolida como el operador de lujo líder en este segmento y zona de la ciudad. Gracias al expertise en la operación de hoteles tan singulares como Mansión Tcherassi, Tcherassi Hotel + Spa, Sophia Hotel y Casa Cochera del Gobernador, el nuevo Santa Catalina Hotel tiene un respaldo firme de una operación con altos estándares de calidad.  No en vano los cuatro hoteles mencionados fueron seleccionados como finalistas de la prestigiosa publicación Condé Nast Johansens en la Categoría “Excellence 2018-2019”. “Esta privilegiada selección ubica a la hotelería colombiana en el radar de la hotelería mundial y es muestra de que nos consolidamos como Clúster de lujo en Cartagena”, afirma Juan Carlos Galindo de la Vega.

Una estadía llena de sutiles sorpresas: esa es la promesa del Santa Catalina Hotel. Su delicada propuesta es expresión de las armonías y contrastes que llenan nuestra historia y que caracterizan el diseño de este hotel Boutique. Aquí el viajero hallará una  experiencia colmada de sensaciones y podrá vivir esa mezcla de culturas que son manifestación de nuestro rico y variado mestizaje.

Esta novedosa oferta es única en el centro histórico de Cartagena, pues combina en un mismo espacio la arquitectura colonial con el estilo del art déco, sinónimo de elegancia. Pero además, porque la atmósfera del Santa Catalina Hotel está impregnada de esa historia vital de encuentros y luchas entre dos mundos, de sus acuerdos y consensos.

En sintonía con las expectativas de los huéspedes sibaritas y para satisfacer plenamente sus necesidades, Santa Catalina Hotel se concentra en los detalles, gracias a un servicio personalizado que trasciende el servicio al cliente.

Conscientes  de su responsabilidad con un destino declarado por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad,  los arquitectos diseñaron una propiedad que combina a la perfección la estética cartagenera del ayer, a través del uso de los materiales tradicionales, con la limpieza de las formas arquitectónicas modernas, que estimulan los sentidos de los visitantes. El resultado es un hotel refrescante y moderno, pero enriquecido con las pinceladas de historia y pasado evocador propio de La Heroica.  Santa Catalina Hotel es un espacio conciliador de historias, culturas, razas, negocios, personas, sensaciones experiencias, recuerdos, estéticas, texturas, colores.

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La puerta de la Ciudad Amurallada

Santa Catalina Hotel está ubicado en la Plaza de los Coches, donde se halla la entrada original de Cartagena de Indias (la Boca del Puente con su Torre del Reloj), puerta de ingreso de buques y comerciantes, de esclavos y encomenderos, incluso antes de la construcción de las murallas que la defendían.

Arquitectura y diseño interior: escenario moderno y armonioso.

A pesar de tantos avatares, las fachadas de las dos casas que formaron el Santa Catalina Hotel conservaron su originalidad colonial, junto con una arcada de ladrillo y piedra en el interior. Por eso, la labor del arquitecto Álvaro Barrera, destacado restaurador, se centró en recuperar y destacar esos elementos: la balconada, la carpintería, los vanos y los pináculos, tanto de la fachada que da a la Plaza de los Coches como la que da sobre la Calle del Candilejo.

Con la unión de las dos edificaciones, el área total construida es de 2200 metros, con tres alturas y dos pisos. Alrededor de las arcadas se estableció un patio central para buscar ventilación y luz y para recrear el esquema colonial. Sin embargo, el proyecto es una reinterpretación espacial contemporánea, pues “no se trataba de hacer un falso histórico que imita el estilo antiguo”, señala Álvaro Barrera. Y explica: “Una restauración conserva los elementos de valor y no choca con lo moderno, que no deben sobresalir ni aplastar lo viejo. El resultado es una amalgama entre las dos arquitecturas, un tejido, espacial y volumétrico que se integra a la ciudad”.

En armonía con ese pensamiento, se diseñó la arquitectura interior, a cargo de Andrés Correa. Él,  presente y la historia coexisten en la Cartagena del siglo XXI. El encuentro de ese escenario de contrastes suscita un universo de agradables vivencias y sorpresas enriquecedoras e inolvidables. Antes que una colisión, es un juego entre opuestos que motivó la propuesta de la decoración interior del hotel y en ella juegan un papel preponderante las texturas, los olores, los sonidos y los colores. Aquí, en el entorno colonial, armoniza con elegancia el estilo art déco, presente en todo el mobiliario, lo mismo que en lámparas y detalles decorativos. La paleta de color es sobria, inspirada en los azules del cielo y el mar cartageneros y en antagonía con la exuberancia tropical, de tal manera que se propicia un ambiente de reunión, de negocios, de descanso.

En cada una de las 40 habitaciones el huésped hallará una atmósfera sosegada, favorecida por la paleta de colores pastel: el azul, los grises, el suave negro están presentes en todas partes de manera sutil. Incluso en los amenities y en los uniformes de los colaboradores responsables del servicio y comprometidos con la tranquilidad, para que el huésped reponga sus energías para el gozo del día siguiente.

La ciudad vivaz lo espera afuera y leves toques de color son un llamado que se lo recuerda. Los encontrará en los cuadros del pintor austríaco Gustav Klimt  (1862-1928), invadidos en dorados y ornamentaciones. Ellos se encargan de la alegría del espacio y de proporcionarle al visitante una sorpresa más, pues el arquitecto Andrés Correa los intervino con animales tropicales.

Todas las habitaciones están integradas en una edificación de cuatro pisos con una espaciosa Terraza que permite una atractiva vista de la Catedral Santa Catalina de Alejandría. En el Roof Top, se ofrece una Carta de Comidas Ligeras.

En sus cuidadas instalaciones, los huéspedes pueden disfrutar de un excepcional Rooftop: La Cata, y una refrescante piscina tipo infinity, enriquecida con un generoso espacio de asoleadoras ideal para relajarse, conversar, leer o consultar sus dispositivos móviles o laptops. Allí mismo los huéspedes tendrán a su disposición un conveniente ‘Pool-Bar’ con una gama de bebidas alcohólicas y no alcohólicas que sin duda amenizarán la experiencia de los visitantes. El espacio tiene una capacidad para 120 personas y es un lugar ideal para realizar  todo tipo de eventos en la  Ciudad Amurallada.

Fusión de sabores del mundo

Ubicado en el primer piso del hotel, la propuesta gastronómica de Gran Inka Gastro Bar enriquece la experiencia del huésped y convierte al hotel en un epicentro de vivencias inolvidables en torno a los sentidos. Exquisitos platillos del mar, combinados con lo mejor de la cocina internacional esperan cautivar a los comensales como ya ha ocurrido en Bogotá, Miami, Costa Rica, entre otros destinos a donde Gran Inka Gastro Bar ha llevado su original propuesta de sabores.

Su cocina es la suma de los sabores del mundo, un toque adicional de sincretismo, una exótica experiencia al paladar para los visitantes del Santa Catalina Hotel.  Su principal propósito es ubicarse a la altura de la maravillosa oferta culinaria disponible en el centro histórico de Cartagena de Indias.

Para maridar los platos, ha dispuesto una cava extensa con vinos jóvenes y de alta calidad, de países emblemáticos con suelos ricos en minerales. Y como complemento, ofrece una coctelería artesanal lograda con técnicas modernas y mezclas del nuevo mundo: ahumados, botánicos, flambeados, perfumes, frutas deshidratadas, hielos tallados y aguas saborizadas.

Santa Catalina Hotel ofrece un escenario propicio para conciliar historias, culturas, negocios, recuerdos, texturas y colores. Allí, el huésped tendrá experiencias únicas que generen conexiones emocionales ofreciendo memorias sensoriales a través de la hospitalidad.

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