Judicial

Me acogí al actuar criminal: la dura aceptación del mayor Prada por falsos positivos

La W conoció su escrito de aceptación de responsabilidad en el que señaló que admitió la comisión de esos crímenes, también salpicó al general Luis Alfonso Zapata por aparentes órdenes que derivaron en falsos positivos.

Cortesía: Rafael Aristizábal

Cortesía: Rafael Aristizábal

La W tuvo acceso al duro y revelador escrito de reconocimiento de responsabilidad que el mayor (r) Efraín Prada entregó a la JEP, donde aceptó las conductas que le imputaron en su condición excomandante del Batallón Contraguerrillas 79 y uno de los máximos responsables por falsos positivos en Dabeiba (Antioquia).

En el escrito de 11 páginas el mayor Prada aceptó que a su llegada al Batallón 79 se “involucró” en la práctica criminal, que la consintió, se “acogió” a ella y facilitó el encubrimiento de los crímenes, permitiendo y apoyando con su conocimiento y experiencia militar la consumación de esos homicidios.

“La aceptación es total, y mis manifestaciones de reconocimiento las realizo para la efectividad de los derechos de las víctimas, siendo mi voluntad siempre la de precisar información y explicar a la jurisdicción, lo sucedido durante el tiempo en que fui comandante del Batallón de contraguerrilla No. 79″ sentenció Prada.

Además, salpicó gravemente al coronel (r) David Guzmán, otro de los declarados máximos responsables, quien no aceptó responsabilidad. De acuerdo con Prada, sencillamente continuó con los crímenes que venían cometiendo David Guzmán y el resto del batallón, y aceptó su participación directa en distintas operaciones ilegales.

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Entre ellas, señaló que dio órdenes al sargento Fidel Ochoa de desplazarse hacia Carepa (Antioquia) para atender requerimientos del coronel Dumar Hernández (exjefe de operaciones de la Brigada 17 y a quien incriminó también); luego hacia el municipio de Turbo para cumplir órdenes del general Luis Alfonso Zapata (comandante de la Brigada 17 en ese momento) salpicando al alto oficial al mencionar que “lo que, para mi conocimiento, y conforme venía sucediendo, esas órdenes eran las de realizar el mal procedimiento del 17 de mayo de 2006″.

También aceptó que realizó coordinaciones criminales con distintos militares de su batallón como el sargento Jaime Coral, William Capera, y que luego pudo establecer que el sargento Coral tenía comunicación directa sobre esos crímenes con el comandante de la Brigada 11 coronel (r) Jorge Alberto Amor Páez.

Asimismo, reconoció su participación en la legalización de los cadáveres con la colocación de las armas y el conocimiento de cómo las víctimas eran enterradas clandestinamente en cementerios como el de Carepa y el de Dabeiba. Todo lo anterior, según Prada, lo reconoce al evaluar que por muchos años no confesó nada por “intereses, temores, confusiones” y otras conductas.

En relación con la reparación de las víctimas esbozó algunas intenciones como adelantar acciones restaurativas para apoyar a los habitantes de calle de Medellín (uno de los grupos de víctimas sobre el que los militares del batallón 79 posaron su interés criminal).

Finalmente, criticó que a su juicio se les esté calificando jurídicamente de manera doble sus crímenes, expresando que va en detrimento de sus garantías como comparecientes, y adujo que el llamado tercer patrón criminal, referente a la desaparición de cuerpos en cementerios públicos no fue como tal un patrón sino el “agotamiento del crimen”.

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