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Retornables, una apuesta de Coca-Cola para construir Un Mundo Sin Residuos

En línea con su propósito de refrescar al mundo y marcar la diferencia, la compañía ha desarrollado una robusta estrategia de sostenibilidad soportada en tres frentes de trabajo: Empoderamiento Económico, Un Mundo Sin Residuos y Gestión del Agua.

Cortesía : Compañía Coca-Cola FEMSA

Cortesía : Compañía Coca-Cola FEMSA

Colombia

De esta forma, la Compañía Coca-Cola no solo es capaz de desplegar iniciativas de alto impacto en pro del progreso y bienestar de toda su cadena de valor, sino que asegura la sostenibilidad de sus operaciones para que estén alineadas a las necesidades y desafíos que enfrenta el planeta.

En ese sentido, a través de la estrategia de Un Mundo Sin Residuos, desde 2018 la Compañía Coca-Cola se trazó el objetivo de reducir el impacto a lo largo del ciclo de vida de los envases de cara al 2030 y, para lograrlo, ha venido realizando esfuerzos encaminados a recolectar y reciclar el equivalente al 100% de los envases que se introducen en el mercado, fabricar botellas con al menos un 50% de material reciclado e impulsar el uso de envases retornables para que al menos el 25% de las bebidas del portafolio sean botellas de vidrio o plástico retornables.

En cada uno de estos objetivos se han logrado importantes avances, no obstante, el segmento de envases retornables merece un especial énfasis ya que representa uno de los principales focos estratégicos que actualmente impulsa la Compañía Coca-Cola para contribuir a reducir el uso de plástico y optimizar el ciclo de vida de los envases existentes.

Por ejemplo, en Colombia, cerca del 23% del portafolio de bebidas ya se comercializa en este tipo de envases con marcas icónicas como Sprite, Coca-Cola y Quatro, y de la mano del socio embotellador, Coca-Cola FEMSA, se avanza en planes de inversión de US$ 20 millones para amplificar su disponibilidad en el territorio nacional. Lo anterior, no solo evidencia que la retornabilidad es una apuesta estratégica para la compañía, sino que expresa una visión de negocio sustentable que impulsa decisiones operacionales capaces de convertirse en soluciones efectivas para evitar la generación de residuos.

De hecho, una investigación realizada por la Fundación Ellen MacArthur encontró que la aplicación de la estrategia de retornabilidad en Brasil ayuda a reemplazar cerca de 200 millones de botellas de un solo uso al año. Estos resultados son posibles gracias a que, además de involucrar directamente a productores y consumidores en el ciclo de la economía circular, los envases retornables de PET o vidrio pueden ser usados hasta 15 y 35 veces, respectivamente, permitiendo que se dejen de producir nuevas botellas sin dejar de cumplir los más altos estándares internacionales de inocuidad, calidad o seguridad.

Otro de los beneficios de la retornabilidad es el ahorro que genera para los consumidores ya que, tras la primera compra de un producto Coca-Cola retornable, estos solo deberán pagar por el líquido si devuelve la botella en el punto de venta. En consecuencia, a partir de la segunda compra el cliente no pagará el envase, lo que representa una reducción de hasta el 20% en el valor de su bebida favorita, creando así un incentivo económico positivo capaz de impulsar cambios en los hábitos de consumo de las personas.

Ahora bien, la estrategia de retornabilidad de la Compañía Coca-Cola va de la mano con importantes esfuerzos para la masificación de la botella universal, un envase innovador que además de ser retornable, tiene una etiqueta removible que le permite volver a ser usado como contenedor de diferentes productos del portafolio, extendiendo así la vida útil de la botella y minimizando la generación de residuos con la producción de envases específicos.

Para alcanzar los objetivos propuestos con la estrategia de retornables la Compañía Coca-Cola trabaja en la gestión de alianzas de impacto sostenible, como la que recientemente selló con el Grupo Éxito para impulsar la cultura de la retornabilidad en Bogotá a través del Éxito WOW Country. Así, además de sumarse a la estrategia “Soy RE” que lidera esta organización en sus almacenes para potenciar la economía circular, la Compañía integró en ese almacén la recepción y comercialización de envases retornables como valor agregado que contribuye a potenciar mejores hábitos de consumo y gestión de empaques.

Por medio de estas acciones, la Compañía Coca-Cola no solo ratifica su firme compromiso con la construcción de Un Mundo Sin Residuos, sino que busca ser un eje transformador capaz de marcar la diferencia a través de estrategias que no solo generen impactos tangibles y perdurables para el planeta, sino que involucren a los diferentes actores de su cadena de valor en el propósito superior de refrescar al mundo.

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