Deportes

0-1. El Barça acaricia la Liga y sentencia a un Real Madrid de trincheras

El Barcelona reafirmó su superioridad en el clásico.

Es la realidad del Real Madrid, dolorosa porque la impulsa el eterno enemigo con dos triunfos de autoridad en su casa. Un Barcelona lanzado que reina al ritmo de Messi y convierte en algo habitual la conquista del Bernabéu. Ya no es noticia su triunfo. Sí lo es ver al conjunto madridista resignado a su inferioridad.

El golpe copero aún dolía y Solari apenas retocó su equipo titular. Solo un jugador de campo nuevo tras un desgaste de esa magnitud. El imprevisible Bale debía ser la solución a la falta de gol. Las fuerzas no eran las mismas. El arranque de rabia se sustituyó por un excesivo respeto. Era un Real Madrid de trincheras. De juego atropellado y transmitiendo sufrimiento sin el balón.

La apuesta de Valverde por Arthur aumentó la posesión y Messi tenía ganas de diversión. Sergi Roberto era el retoque táctico. El elegido para frenar la inspiración de Vinicius y consiguió que el brasileño tardará en aparecer. El duelo nacía con una amarilla tempranera a Busquets que condicionaría su partido.

Antes de ejercer el líder una clara superioridad llegaron los intentos de Benzema, sin puntería, y Kroos que probó a Ter Stegen. Pero fue Modric el que desperdició la ocasión de gol más clara en la primera incursión con brillantez de Vinicius por la izquierda. Nada asustaría a un Barcelona que fue adelantando metros hasta la conquista.

La velocidad de Dembélé amenazaba a espaldas de Carvajal y condicionaba sus subidas. La movilidad de Messi ponía en jaque a todos. La primera que tuvo instaló el miedo. Su balón picado a la salida de Courtois se paseó por la línea de gol. Los jugadores del Real Madrid se alejaban de sus virtudes por intentar taponar al rival.

El siguiente artículo se está cargando

Escucha la radioen directo

W Radio
Directo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Señales

Elige una ciudad

Compartir

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad