La logística espera llevarse los aplausos en los Juegos

Las puertas del estadio se abren tres horas antes de un juego, pero para algunas personas el inicio de todo no es allí. Desde que se levantan, la logística de los Juegos Centroamericanos y del Caribe ya tiene en su cabeza el organigrama del partido donde deben estar sentadas las personas, ubicarlas en el sitio correspondiente y en ocasiones tener una cara amable ante las groserías de algunos espectadores.

Caminando, otros en buses llenos y grupos pequeños hacen el famoso ‘taxi colectivo’ para llegar puntuales a la hora asignada.

Al mejor estilo de una guardia militar, los coordinadores les explican a las personas de logística lo importante de estar al 100% para no cometer un error que cueste una crítica al espectáculo ensayado durante varias semanas.

“Muchas personas piensan que esto es fácil y no es así, para nosotros esto es sudando, corriendo y a veces nos venimos con problemas familiares, y nos toca sacar la mejor cara posible porque el aficionado no tiene la culpa de las cosas que nos pase”, comentó un trabajador.

Llegó el ‘corre corre’, una larga fila en el Édgar Rentería, hasta el aficionado que está intentando colarse les toca a ellos, hasta el punto que este fanátco que está ubicado en la tribuna popular, se encuentra en la fila de V.I.P.

“¡Oye porque no me dijiste nada!”, expresó un aficionado molesto de su error. De inmediato el personal logístico responde: “No es culpa de nosotros, le explicamos diez veces y no entendió”.

Después de pasar esa efigia a las afueras, viene la parte que la llaman: “La maratón”. Con boquitoquis se llaman unos a otros y las peleas se viven en el momento quedan atrás, luego de salir del estadio y decir “deber cumplido”.

“Aporté un granito de arena a esto y se lo contaré a mi hijo”, lema del grupo ‘Azul’ logístico, como se hacen llamar.