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PSG consiguió su venganza y eliminó al Bayern Múnich de la Champions League

El equipo parisino perdió el partido, pero le bastó para avanzar a semifinales.

El París Saint-Germain aguantó el empuje del Bayern Múnich (0-1) y estará por segundo año consecutivo en las semifinales de la Liga de Campeones, tras hacer buena su ventaja de la ida (2-3) para destronar al campeón.

El Bayern se llevó la victoria, pero pereció por el mayor valor de los goles fuera de casa y no podrá defender el título en medio de una crisis institucional que puede tener consecuencias graves para la entidad y para su entrenador, Hans-Dieter Flick.

Los alemanes pagaron en Múnich su falta de puntería y en París tuvieron contra las cuerdas a un PSG que gozó de mejores oportunidades, pero que no acertó de cara al gol.

El destino parecía intercambiar los roles, pero los germanos se quedaron a un tanto de remontar ante los franceses, que desperdiciaron un buen puñado de oportunidades y que vieron cómo Neymar se estrelló en dos ocasiones contra los palos justo antes de que Chuopo-Moting consiguiera el tanto del Bayern.

Es la primera victoria del Bayern en el Parque de los Príncipes en 5 duelos, un triunfo amargo porque marcó el camino de su eliminación en el camino para sumar su séptimo cetro europeo.

Candidato al título

Tras eliminar en octavos al Barcelona, el PSG, que en su estadio está demostrando una preocupante mala racha, se llevó la alegría que le coloca entre los cuatro mejores un año después de haber disputado su primera final, lo que por derecho propio le convierte en un claro candidato al título.

Serán sus terceras semifinales, fase que también jugó en 1995.

Se repitió el guión del partido de ida, con un Bayern dominador y un PSG fiado al contragolpe, el arma que le colocó con ventaja de cara a la vuelta y con la que consiguió de nuevo hacer temblar a los germanos.

Mbappé volvió a ser una navaja afilada que amenazó al Bayern durante todo el partido, mientras que el ataque del equipo alemán no lograba desmontar el esquema defensivo levantado por Mauricio Pochettino.

Las vacías gradas del Parque de los Príncipes parecían listas para vivir una noche placentera, incluso brillante para los suyos, que incluso reclamaron un penalti a la media hora.

Neymar tardó poco en sumarse a la fiesta y cinco minutos más tarde remató un buen pase de Mbappé que obligó a Neuer a lucirse. Dos después, el brasileño se sacó de la manga un disparo colocado que buscaba una escuadra y que se estrelló contra el larguero.

Un poste fue de nuevo el destino, en el 39, de otro disparo del exbarcelonista, de nuevo bien servido por Mbappé, que le dejó solo ante Neuer. Neymar negoció bien el mano a mano, pero su disparo ajustado encontró de nuevo un palo.

Sin tiempo para lamentarse, el brasileño vio cómo la siguiente jugada el Bayern mostraba toda la puntería que le faltó en la ida y en su primer disparo entre los tres palos abrió el marcador.

El tanto llegó de un centro de Alaba que Kimpembe no acertó a rechazar y se vio superado por Chuopo-Moting, exjugador del PSG, que logró así su cuarto tanto en la competición.

Un precipicio

El partido ingresó en un precipicio. Un gol alemán llevaba el vértigo a los franceses, que si marcaban obligaban a los campeones a lograr dos para seguir con vida en Europa.

Tras un disparo lejano de Alaba en el minuto 47 que se marchó rozando un palo y una internada de Di María cuyo centro no alcanzó por poco a empujar a la red Neymar, el partido entró en una fase de equilibrio.

El PSG se sacudió algo el dominio del Bayern que, por consiguiente, cedió menos espacios en su espalda, lo que daba menos opciones a la contra.

El partido se elevó en intensidad, pero lejos de las áreas, con un centro del campo convertido en una olla a presión en la que cada pugna por el balón era una batalla.

Un buen centro de Neymar que desperdició Kean, que acababa de sustituir a Draxler, y un gol anulado a Mbappé por fuera de juego, acabaron con la guerra fría y relanzaron el duelo en las áreas, con un Bayern que adelantó líneas en busca del tanto que necesitaba.

El duelo se tornó en ruleta rusa, una moneda al aire que podía caer de cualquier lado. Bakker desperdició otra contra y Sané estuvo a punto de batir a Navas.

Flick colocó a Javi Martínez de 9 como si quisiera apoyar su tesis de que le faltan efectivos al defensor del título, que echó mucho de menos a su estrella anotadora, Robert Lewandowsky, ausente en los dos duelos por lesión.

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