Internacional

Afganistán investiga la supuesta muerte de doce niños en un bombardeo

Los niños estudiaban el Corán cuando sucedió el ataque. Muchos culpan que fue responsabilidad del Gobierno mientras que la entidad afirma que eran insurgentes.

El Ministerio de Defensa afgano anunció este jueves que investiga si, como afirman algunas autoridades locales y los talibanes, uno de sus bombardeos mató el miércoles a doce niños que estudiaban el Corán, aunque insistió en que según la información de la que disponen los fallecidos eran insurgentes.

"El Ministerio de Defensa ha nombrado a una delegación para evaluar las acusaciones sobre víctimas civiles en un ataque aéreo" de las fuerzas de seguridad afganas en el distrito de Baharak, en la provincia nororiental de Takhar, según informó en un comunicado.

El bombardeo se produjo el miércoles hacia las 14.30 (10.00 GMT) en una zona donde se estaban produciendo combates, según la nota del Ministerio, que aseguró que "como resultado del ataque murieron doce talibanes, incluidos algunos de sus comandantes".

Esos talibanes habrían participado, reveló, en ataques a las fuerzas de seguridad afganas ese mismo día, que causaron numerosas bajas entre las filas gubernamentales.

El primer vicepresidente afgano, Amrullah Saleh, se mostró por su parte más tajante al negar las acusaciones y remarcó en un mensaje en sus redes sociales que "las noticias sobre el asesinato de niños en una mezquita en Takhar carecen de fundamento".

"Los que fueron eliminados son quienes habían causado bajas ayer entre nuestras fuerzas de seguridad. Tenemos pruebas innegables; yo mismo he visto esas pruebas", sentenció Saleh.

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Acusaciones

A pesar de esas afirmaciones, el Ministerio anunció la investigación sobre lo sucedido después de que diputados y miembros de la Asamblea provincial de Takhar, así como los talibanes, insistieran en que ese bombardeo no mató a combatientes, sino a doce niños, además de causar otros 18 heridos.

El principal portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, dijo en un comunicado que el bombardeo destruyó una mezquita donde "decenas de niños" recibían formación religiosa y, como resultado, "doce niños murieron y otras 18 personas, incluido el imán, fueron heridos".

Los combates en la provincia de Takhar han sido contantes durante las últimas semanas y solo ayer al menos 28 miembros de las fuerzas de seguridad murieron y un número indeterminado resultaron heridos.

El miércoles los choques entre las fuerzas de seguridad y los talibanes se extendieron por 26 de las 34 provincias afganas, en los que según un comunicado del Ministerio de Defensa murieron al menos 116 insurgentes.

Este incremento de la violencia en el país se produce a pesar de que tanto el Gobierno como los talibanes aseguran que se encuentran en posiciones defensivas para facilitar las conversaciones de paz iniciadas hace un mes en Doha entre los insurgentes y Kabul, que buscan poner fin a casi dos décadas de guerra en Afganistán.