Así luce el Polideportivo de la Universidad Autónoma del Caribe

(En imágenes: el estado de deterioro del Polideportivo de la Universidad Autónoma del Caribe)

La W hizo un recorrido por el Polideportivo de la Universidad Autónoma del Caribe, en donde se pudo evidenciar el deterioro tanto de sus instalaciones, como el de los escenarios deportivos.

En rueda de prensa, el rector de la institución, Ramsés Vargas Lamadrid, aseguró que seis de las doce hectáreas que posee el Polideportivo aún son de la universidad, específicamente las zonas que se encuentran desarrolladas. Sin embargo, son precisamente estas las que presentan gran detrimento.

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“La universidad mantiene en este momento la propiedad de seis hectáreas, que es el área construida del Polideportivo (…) las otras seis hectáreas, que es una zona que no está desarrollada, fue enajenada, porque no estaba apropiada para los servicios de la universidad. Lo que nos generaba era gastos”, dijo el rector.

Así, La W encontró que el estadio de béisbol, las piscinas y las canchas de fútbol sintéticas, entre otros escenarios, presentan total falta de mantenimiento, volviéndolo un lugar no apto para la práctica de ningún deporte.

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Según relata uno de los empleados de la institución, solo se le realiza el mantenimiento a la grama de las canchas de fútbol, ya que este es el escenario donde realiza sus prácticas la Selección Colombia de mayores durante su estancia en Barranquilla, cuando está en competencia en las eliminatorias.

“Aquí hay un personal de mantenimiento, pero ellos lo que hacen es únicamente echarle agua a la cancha y nada más”, señaló el empleado, que prefirió reservar su nombre.

Por otra parte, dentro del Polideportivo hay varios buses que pertenecen a la institución y automóviles en un estado de total abandono, un hecho que fue denunciado por el trabajador del lugar y quién también advirtió el no pago de su sueldo.

“En el mes de enero y lo que va corrido de febrero, no han cancelado (el salario) y tampoco el pago de las cesantías que a más tardar debían estar canceladas el día 15. A nosotros nos están debiendo las libranzas (y) nos hemos visto afectados en ese sentido, también la seguridad social nos la tienen atrasada, va uno al seguro a que lo atiendan y lo que hacen es que lo devuelven porque no había plata para cancelar eso. A los que menos nos deben son a nosotros”, denuncia el empleado. Además, agrega que se había dicho que “a los del sindicato vamos a pagarles para callarles la boca”.

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Por otro lado, un egresado del programa de Administración de Empresas y que actualmente cursa una especialización en la institución, quién también prefirió no dar su nombre, señaló que representó a la universidad practicando taekwondo durante cerca de cinco años. No obstante, aseguró que los estudiantes ya no visitan el Polideportivo porque se les quitó el auxilio de las rutas que permitían llegar hasta ese sitio.

“Nosotros teníamos unas rutas que nos llevaban desde la universidad hasta el Polideportivo (…) esas rutas desaparecieron cuando entró Ramsés Vargas. También desapareció la ruta nocturna, pues creo que hoy en día ya no existe. Cuando desaparecieron las rutas, ir al Polideportivo se volvió un gasto innecesario y cuando íbamos a participar en torneos, nos daban una colaboración porque eran preparatorios para participar en juegos universitarios. Pero ya con él (Ramsés Vargas) ya (no hay) ningún tipo de pasaje, comida o algo, eso desapareció”, advierte el alumno de especialización.

Por otra parte, relató que algunas disciplinas actualmente no poseen un lugar apropiado para realizar sus prácticas, además de la falta de apoyo en las competencias por parte de la institución.

“La piscina se volvió inaccesible cuando entró ese señor (Ramsés Vargas). Primero, que tenía que estar alguien ahí pendiente y después los de deportes prácticamente no se podían meter ahí. No daban ni los implementos de primeros auxilios o de preparación para el deporte. Taekwondo practica en Casa Club, en un patio, (pues) los entrenamientos en el polideportivo son muy difíciles y nadie va a sacar de sus bolsillos 20.000 pesos semanales para poder entrenar”, agrega.